tag:blogger.com,1999:blog-48461471194551661922024-03-06T06:11:43.665+01:00Cómo sobrevivir a mí misma... y no morir en el intentoBlog de humor de las anécdotas de una rubia neurótica cualquiera. Por Alba Corpas, autora de 'Me emborraché para olvidarte y ahora te veo doble'.Unknownnoreply@blogger.comBlogger35125tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-8929361311270294672015-05-06T16:24:00.000+02:002015-05-06T16:24:15.486+02:00Nos leemos en... Albacorpas.com¡Hola, amigos y amigas!<br />
<br />
Todos nos hacemos viejos, y éste, mi querido blog, también. Qué le vamos a hacer, pero ha sido sustituido por una súper web molonguinchi...<br />
Siempre podréis leer mis excéntricas historias aquí (las antiguas) y las nuevas en <b><a href="http://albacorpas.com./">albacorpas.com.</a></b><br />
<br />
That's all, folks!<br />
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Siempre vuestra,<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifWBX2mX1td1bY-l1zF9cF9LkaZ7YOiTF9G-Q49giV7mb27Q3pQLjAhe6rGVRnSeMgfAzhJ_lJHA2LkBC6N_iyGusGJ-Eh_ORrcv86x0kMyoPROlIHPyxWl4V2xnyDNWdoVy0axBxhSws/s1600/Logo+alba+corpas.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifWBX2mX1td1bY-l1zF9cF9LkaZ7YOiTF9G-Q49giV7mb27Q3pQLjAhe6rGVRnSeMgfAzhJ_lJHA2LkBC6N_iyGusGJ-Eh_ORrcv86x0kMyoPROlIHPyxWl4V2xnyDNWdoVy0axBxhSws/s1600/Logo+alba+corpas.png" height="236" width="400" /></a></div>
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-65510715082516112282015-02-21T15:10:00.000+01:002015-02-21T15:39:56.634+01:00Difundamos literatura | Sorteo de 'In vino veritas', de Virginia Gasull<div style="text-align: justify;">
¡Buenos días, chicos!</div>
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<br /></div>
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Hoy quiero hacer una entrada diferente a lo que estáis acostumbrada de una rubia neurótica como yo, y éste es el publicar el sorteo que mis queridos Pedro y Teresa, padre e hija, han hecho en sendos blogs de reseñas de libros, con gran éxito, por cierto. </div>
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<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSsilCuKhotAn-481yRgo7jgY-2jQ35oK546i3ASxAPlqXWJpgiPnkHHAvyUYvDczDzy522Nsu-aQEARILgmtaGB7k5pm_fuwDFJi1ulYJJ3RqS70tRgT32cK10iGQJaYZscZPmRfYTT8/s1600/SORTEO+IN+VINO+VERITAS+-virginia+gasull.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSsilCuKhotAn-481yRgo7jgY-2jQ35oK546i3ASxAPlqXWJpgiPnkHHAvyUYvDczDzy522Nsu-aQEARILgmtaGB7k5pm_fuwDFJi1ulYJJ3RqS70tRgT32cK10iGQJaYZscZPmRfYTT8/s1600/SORTEO+IN+VINO+VERITAS+-virginia+gasull.jpg" height="240" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Pues eso, como me he animado a participar en algunos sorteos de vez en cuando, entra dentro de las bases (y totalmente lógico) el publicar en cada uno de nuestros espacios dichos <b>sorteos de libros. </b>Así, cuanta más gente se entere, más podremos difundir el gran arte de la literatura. </div>
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<br /></div>
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En esta ocasión, <b><a href="http://leyendoenelbus.blogspot.com.es/" target="_blank">'Leyendo en el bus'</a></b> <b><a href="https://twitter.com/leyendoenelbus" target="_blank">(@leyendoenelbus)</a></b>, blog de Teresa, y<b><a href="http://elbuhoentrelibros.blogspot.com.es/" target="_blank"> 'El búho entre libros'</a></b>, espacio de Pedro, sortean <b>'In vino veritas', de Virginia Gasull <a href="https://twitter.com/VirginiaGasull" target="_blank">(@VirginiaGasull)</a>.</b></div>
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<br /></div>
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Os dejo el enlace y... ¡difundamos cultura! </div>
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<a href="http://elbuhoentrelibros.blogspot.com.es/2015/02/sorteo-de-un-ejemplar-de-in-vino.html">http://elbuhoentrelibros.blogspot.com.es/2015/02/sorteo-de-un-ejemplar-de-in-vino.html</a></div>
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<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-3421282994081747012015-02-15T14:57:00.001+01:002015-02-15T14:57:36.664+01:00Hablemos de San Valentín y porno<div style="text-align: justify;">
Sí, voy a hablar de <b>San Valentín y porno</b> en un mismo espacio. Lo sé, vivo al límite. Estoy <i>mu’</i> loca. Entiendo que la mayoría de vosotros sabríais distinguir entre el día vomitivamente romántico donde los haya y una simple peli porno que se puede ver cualquier día, pero yo, como últimamente estoy carente de ideas creativas entre tanto examen quiniela, tanto trabajo, tanto estrés y tantos bajones existenciales tipo <i>“mi vida, qué pobre es” </i>(en el sentido más personal y monetario de la palabra), lo he decidido unificar. Porque sí, porque, al fin y al cabo, <b>amor y sexo no deberían estar reñidos. </b>Aunque cuando diga sexo me refiera en este contexto a <i>“hola, cartero. Pasa, que tengo que darte un paquete. Toma, toma, toma. Ah, ah, ah, qué rico, papi</i> -cachete en el culo-”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Avisados quedáis que no sé por dónde va a salir esta mezcla. <b>San Valentín y porno</b> han sido los temas que más han salido en mi trabajo esta semana, así que hale, lo voy a plasmar todo aquí. A lo grosso y sin borrar, que estoy <i>mu’ </i>loca. Bis.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwnuAlpvy2pkGXpSF3BXYhpn9o4ZDXhgS20OMTCDA9Jl-UFeM3ta8caH4Ov-2PQ1hkzU3Ezwp5WJzJ-nLsSpjN6b5iNJqVKQToLOkF4lVR65jO7m-9zzcQR3wIXNP7SPE0zYO61gxais/s1600/San+valentin+sofa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwnuAlpvy2pkGXpSF3BXYhpn9o4ZDXhgS20OMTCDA9Jl-UFeM3ta8caH4Ov-2PQ1hkzU3Ezwp5WJzJ-nLsSpjN6b5iNJqVKQToLOkF4lVR65jO7m-9zzcQR3wIXNP7SPE0zYO61gxais/s1600/San+valentin+sofa.jpg" height="168" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ésta era yo ayer por caprichos del destino cruel.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Por una parte, tenemos –tengo– a <b>San Valentín </b>que, teniendo con quien celebrarlo o no, no me quiere. Directamente. Es como si cada año se alinearan los planetas para que, de una manera o de otra, me tenga que quedar en casa. Pero es que este año ha sido como una alineación de planetas superior para mayor crueldad de mi destino, porque sí, amigos, una vez más, en <b>este 14 de febrero me he quedado en casa. Cayendo en sábado. Y en Carnaval. Maldito mundo cruel. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Y no es que crea yo mucho en eso de Cupidos, corazones y demás hombres cruzando el paso de cebra de delante de tu casa con un ramo de rosas sabiendo que es el único día del año en que le vas a ver en esos románticos términos, sino que creo, al menos, en que la crueldad del destino, en algún momento de mi vida existencial, me premiaría con un ‘algo’. Y cuando digo algo me refiero, aunque sea, a un amigo y/o amiga con quien salir un sábado por la noche, en vez de quedarme viendo laSexta Noche y su análisis de la lista Falciani. Y repito que no es por este <strike>puto</strike> <b>San Valentín; </b>es más bien por el buen funcionamiento de mi psique, porque hoy, domingo, tooooooooodo el mundo (y cuando digo toooooodo el mundo es tooooooooooodo mi Facebook) han subido mensajes y fotos de amor y, sobre todo y para mayor envidia de mi persona, fiestacas absolutas donde han corrido ron, whisky y <b>muchos chupitos de Jagger </b>(nota mental de mí para vosotros, porque en el fondo os quiero: NUNCA, repito NUNCA –y en mayúsculas- probéis ese líquido de la muerte. Yo le seguí la bola a mi grandísimo Churro –un amigo, no os penséis- y aún sufro las resacosas consecuencias desde hace meses). A lo que iba: Todo eso bañado con un sinfín colorista de disfraces absurdos. <b>Con lo que a mí me gusta hacer el ridículo, por Dios. </b>Pero no, en casa me hallaba, porque novio, amigos y demás personas vitales se encontraban en la no posesión de contentarme. Ni un disfraz. Ni una copa. Ni un chupito. Maldita vida.</div>
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<br /></div>
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Encima todo esto lo tengo que sumar a que no pude acudir a un encuentro de escritores y blogueros porque, para mayor crueldad de mi destino y agenda primeramente solapada y totalmente vacía después, tenía una cita ineludible que no podía cambiar. Pero claro, eso era antes de que el destino quisiera reírse de mí. Una vez más. <i>Tenés todo, tenés nada,</i> como dice uno que yo me sé y al que mucho aprecio, precisamente, no tengo (ya veis, colchoneros, podéis echaros encima de mi persona. Después de este fin de semana de <strike>mierda</strike> ya no le tengo miedo a nada. Muajajaja).</div>
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<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI9t1qCzkvildWf1f9hTW1p4R2iZFrl9fq-AYTdfc-DXpZOLxTWa2OSCq_UTktf7_32BQXtgZnPA5a8zOtPzThGfCQHkHH47kJ2M5UunzoXvQlVupHcY1JG4axIlnlBQF9NrW07m6rurk/s1600/ver+porno+en+san+valentin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI9t1qCzkvildWf1f9hTW1p4R2iZFrl9fq-AYTdfc-DXpZOLxTWa2OSCq_UTktf7_32BQXtgZnPA5a8zOtPzThGfCQHkHH47kJ2M5UunzoXvQlVupHcY1JG4axIlnlBQF9NrW07m6rurk/s1600/ver+porno+en+san+valentin.jpg" height="312" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Me veo aprendiendo así el año que viene.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Y ya dejando a un lado al j<strike>odido</strike> 14 de febrero, donde se me ha olvidado especificar que lo más divertido y arriesgado que hice en todo el día fue acompañar a mi madre a hacer la compra, pasamos al <b>tema guarrillo del pornis,</b> que sé que lo estabais esperando.</div>
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<br /></div>
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Creo que nadie me creerá cuando diga aquí, en primicia y para todos mis radiovidentes (Esta palabra no existe, ¿verdad?) que <b>nunca he visto porno. </b>Y cuando digo nunca, no cuento aquella vez que otro amigo me puso el vídeo porno casero de Paris Hilton en su casa, con pizzas y calimocho un viernes cualquiera. Eso era casero y pixelado, a lo Canal+, así que no, no lo contamos.</div>
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<br /></div>
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Pues estando esta semana en la oficina, ésa en la que no pasa un día en que casi me haga pis encima de lo que me río, salió el tema típico entre compañeros (sí, sí, he dicho típico) de <i>“hay que ver porno para aprender”</i>. Porque sí, amigos, un compi me relató en un verdadero partido de tenis (solo hablábamos él y yo mientras el resto miraba a uno y otro lado flipando con nuestro debate de vidas sexuales varias), que <b>el porno es educación. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según él, los tíos no ven porno para lo que viene siendo su disfrute y goce personal, no, sino para <i>“aprender y luego educar al mundo”. </i>Y cuando digo mundo me refiero a –palabras textuales- <i>“novia, amigas o lo que surja”. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero, vamos a ver, hombres del mundo, que no hace falta haber visto pornis para saber que eso, queridos míos, es UNA PELÍCULA. Mala y sin argumento, pero una película, al fin y al cabo. Ficción, amigos. <b>No queráis descoyuntarnos por la mitad porque visteis que una actriz se descuajaringaba en dos para ese toma, toma, saca, saca más profundo. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero bueno, que yo soy muy de hacer autocrítica y quizás tengáis razón en eso de aprender para después educar. O reeducar. Vaya, que podía haber aprovechado mi <strike>mierda</strike> de día de <b>San Valentín </b>para haberme puesto a <b>estudiar artes amatorias a la par que sexuales. </b>No pasa nada, total, para el próximo año volveré a no tener cita o fiesta con disfraz incluido… Un<i> forever alone </i>en toda regla. Pero oye, al menos tendré para estudiar. Clic.</div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-5853044210106598342014-09-22T15:08:00.000+02:002014-09-22T15:08:39.665+02:00No todos los hombres son manitas<div style="text-align: justify;">
No, no todos lo son. De hecho, no solo no los hay diestros con sus manos, sino que <b>los hay torpes, muy torpes.</b> Sí, lo habéis adivinado: los manazas. <b>Y convivo con el padre de todos los manazas: Sí, mi padre.</b> Buscad la palabra 'manazas' en el diccionario y os sale su cara, en serio. Veréis a un hombre peculiar, regordete y con barba y pensaréis "mira, el padre de los manazas". Y pensaréis, madre mía, ¡cuánto amor de hija, qué vapulación a su progenitor! ¡Pues ya os digo yo que merecida!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Viniendo del trabajo y divagando en historias varias con mi Manza, he llegado a la conclusión de que os tenía que contar la última de este hombre, pero es que ahora que estoy escribiendo el post, me doy cuenta de que no solo os voy a contar una anécdota, sino una <b>metáfora de mi vida. Sí, la Rubia Neurótica se ha puesto filosófica </b>(que yo era muy de sacar sobresalientes con Kant y Descartes, qué os pensáis...).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvYlzQpV-eKWWokdYIi50X_vWHyq8aRoIjgHNFyhEJSHGaZ3cBBRCfaojdtFJ49oryCfRHRPwdsLXRbjQdnF9dlTHlxohZrjTAerguAyL_cl1SZ9My2Qi8PdgZib8eAYTgcc1Z-sAIHhg/s1600/relojes+de+arena+rotos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvYlzQpV-eKWWokdYIi50X_vWHyq8aRoIjgHNFyhEJSHGaZ3cBBRCfaojdtFJ49oryCfRHRPwdsLXRbjQdnF9dlTHlxohZrjTAerguAyL_cl1SZ9My2Qi8PdgZib8eAYTgcc1Z-sAIHhg/s1600/relojes+de+arena+rotos.jpg" height="240" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ésos son los relojes y, obviamente, mi cara de rubia poseída ante tal estampa.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Resulta que estaba yo <b>taaaaaaaaaaaan feliz (ojo a las 'aes' de mi 'taaaaaaaaaaaan': significan un nivel de felicidad nivel a tope máximo) </b>con mi nueva adquisición, que ha venido Murphy en forma de padre manazas y me lo ha tirado por tierra. O por arena. Para aquellos que aún no lo sabéis (o sea, la mayoría) esta loca que suscribe hizo caso a su súper mega locura interior más de la cuenta y... ¡se compró un piso! (Sí, ésa soy yo). Bueno, quien dice piso, se refiere a un solar que, supuestamente, en dos o tres años es donde estará construido mi hogar (sí, así suena muy bonito; el pagarlo ya no tanto). </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que me desvío de la cuestión: Pues <b>estaba yo taaaaaaaaaaaaan feliz (enfatizo mi felicidad de nuevo para resarcirme en la crueldad de mi destino)</b> con mi nueva casita que claro, una no podía estar sin comprar nada hasta dentro de tantos años (sí, esto es como la que se queda embarazada y, por no esperar a que le digan el sexo del bebé, compra toneladas ingentes de bodies amarillos), que me compré una monada en forma de <b>dos relojes extra grandes de arena de súper mega diseño</b> -al igual que de súper diseño era su súper y caro precio- que colocaría en mi futuro salón, al que claro está, una ya sabe cómo piensa decorar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y dónde entra mi señor padre en esta historia, precisamente? Os cuento: el destino, una vez más y ya está haciendo demasiadas de las suyas en mi existencia vital últimamente, ha hecho su aparición. <b>Llevo esperando esos dos relojes meses</b> (desde junio, de hecho), los recogí hace dos días y ¡tachán, tachán! <b>¿Quién es el hombre que decide un lunes a las seis de la madrugada coger una bolsa QUE NI LE VA NI LE VIENE, la huele y cotillea cual niño pequeño y decide SOLTARLA EN EL AIRE, porque claro, NO LE IMPORTA UNA <strike>PUTA MIERDA</strike>?</b> Pues eso. Vale que a los hombres esto de la decoración les importe lo mismo que a mí el ciclismo de la sobremesa, pero... ¡JODER, QUÉ MANAZAS, <strike>COÑO</strike>!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llamadme rubia intuitiva, pero creedme que he saltado de mi cama (sí, a las seis de la mañana) gritando cual posesa de psiquiátrico sabiendo que <b>mi progenitor había destrozado mis súper relojes de arena...</b> Y ahí va la metáfora: ¿Será la historia de mi vida? ¿Se me estará acabando el tiempo? Ains Señor, llévame pronto e invita a mi padre a una clase de "niño, las cosas de los demás no se tocan". Clic.</div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-16987738121245197502014-09-21T14:18:00.000+02:002014-09-21T14:21:09.150+02:00¿Por qué lo llaman 'primera cita' cuando quieren decir 'a ver si me la trajino a la primera'?<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">"¡La vida empieza hoy, ya veremos qué pasa mañanaaaaaaaaaaa!" Taaaaaaaan feliz que vuelvo de ver a Sergio Dalma en concierto que hasta me he vuelto un poco romántica desde anoche (mentira, ya sabéis que eso en esta <b>Rubia Neurótica </b>que suscribe es <i>imposibol totally)</i>, pero bueno, a lo que venía yo hoy, a <b>destapar mitos que ocurren en las primeras citas</b> ante lo que creemos las mujeres -incrédulas a tope máximo- que es un caballero seductor. ¿Y por qué se me ha ocurrido hablar de esto, precisamente hoy, un domingo de resaca sergiodalmera? Pues porque he leído un artículo -buenísimo a la par que increíblemente inverosímil- de <b><a href="http://www.revistagq.com/" target="_blank">GQ España. </a></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En dicho repor (cuán <i>cool </i>me parece la palabra 'repor', es muy de jerga periodística del siglo<i> twenty one)</i> explican las <b><a href="http://www.revistagq.com/la-buena-vida/sexo/articulos/20-cosas-que-hara-un-verdadero-seductor-en-una-cita/20539" target="_blank">20 cosas que debería hacer un verdadero seductor en su primera cita con una jamelga</a></b> (sí, la urbanita de mi persona ha escrito 'jamelga'. Señor, llévame pronto). Bien, pues me ha encantado el artículo, pero aquí está esta Rubia para desmontarlo y hablar de lo que, en realidad, hacen los hombres en dicho primer encuentro o, al menos, con lo que me he encontrado yo en toda mi existencia vital (y no es que todo haya sido malo, pero es que aquí lo que mola es que os cuente mis desgracias, no las pocas cosas buenas que me he encontrado con estos seres de pensamiento penil. Y sí, recalco la palabra 'pocas').</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Ahí va <b>(Mito by GQ Spain Versus Realidad by Albuli, alias Rubia Neurótica):</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: 0px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">1. Ten un plan</strong><span style="background-color: white; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">: Diseña una noche perfecta. Asegura la reserva del restaurante -suponemos que conoces la carta de antemano- si vais a cenar, habla con esa coctelería para que te cuiden el mejor sitio. Dejar las cosas al azar no es propio de grandes hombres.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheWo_i6XF-7xyTC89lignEJUnbThCpAOFxuvpZQs-XmnzLByv_f7Cb1vO2Bar-N27BIcbwifEqtBe5kwI1aqy3FEcy1jqjNQt6223FsbA_eaxZr7Pxj4bDN6X4EsMSiZg2HBFS9ezmX5s/s1600/primera+cita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheWo_i6XF-7xyTC89lignEJUnbThCpAOFxuvpZQs-XmnzLByv_f7Cb1vO2Bar-N27BIcbwifEqtBe5kwI1aqy3FEcy1jqjNQt6223FsbA_eaxZr7Pxj4bDN6X4EsMSiZg2HBFS9ezmX5s/s1600/primera+cita.jpg" height="320" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Amén.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><b>1 Bis. Nunca tienen un plan: </b>¿Plan? ¿Qué plan? Jamás de los jamases tienen un 'súper plan', y en caso de que lo tuvieran parecen olvidarlo. Dónde quedarán las millones de veces que le he dicho a un tío <b>"¿Sabes qué es lo que más me gusta de un chico? La iniciativa".</b> Y no os penséis que suelto eso al azar, no, es, precisamente, para que en esa jodida primera cita se lo curre, y no esté con el "dónde quieras", "cuándo quieras" y "cómo quieras". <strike>Joder, arg, mecagüen la puta.</strike> ¿Soy la única a la que jamás sorprenden? <strike>Mierda</strike> pura. No saben ni dónde ir, como para que se "conozcan la carta de antemano". Por favor, no me hagáis reír. Más.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">2. No arriesgues</strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">: “Qué te parece si probamos” está muy bien para los aventureros, pero no para los seductores: tu Foursquare y tú sois uno y lo mismo. Meterse a probar comida o bebida nueva en una cita nunca es buena idea.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><b>2 Bis. Siempre arriesgan:</b> Me encanta lo de "no te metas a probar algo nuevo", pero es que es volver al punto 1: nunca tienen un plan, ergo siempre arriesgan, y claro, pocas veces suele salir bien. Taaaaaaaaaaaan geniales son las primeras citas en las que vas a "tomar algo" (muy de primera cita, sí) y <b>acabas con un olor a fritanga por haber guarreado dos cañas y tres patatas fritas en un mugriento bar con cabezas de gamba en el suelo </b>(nótese la ironía en mis palabras).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">3. Ten otro plan</strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">: Déjale un hueco al azar. No puedes preverlo todo, así que maneja siempre una opción b. La estrategia ha guiado el destino de la historia por algo.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><b>3 Bis. Ten ALGÚN plan: </b>GQ, ¿en qué quedamos? ¿En que tengan planes (punto 1) o que no los tengan <i>(point number three)</i>? ¿Lo dejamos mejor en que tengan algo en la cabeza? ¿Algo, nada más? Tampoco pido tanto, ¿no?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;">(Me salto puntos, que hay muchos. Así soy yo, muy poco lineal. Muy de venirme arriba pasando del punto 3 al punto 7, que estoy mu' loca.)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">7. No hace falta decirlo, pero sé puntual</strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">. Y por puntual nos referimos a “llega antes que ella”.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><b>7 Bis. Sé puntual, pero, en serio, selo:</b> A ver, ¿por qué unos tienen la fama y otros cardan la lana? ¿Por qué ese falso mito de que las mujeres tardamos mil horas en arreglarnos y, por ende, siempre llegamos tarde? ¡Mentira! A mí siempre me ha tocado esperar, con la impaciencia que conlleva eso a mi psique, que te me retrasas quince minutos y ya salivo espuma por la boca, no digo más... ¡Odio esperaros! ¡Y sí, siempre lo hago! ¡Sed puntuales, <strike>coño</strike>! <b>Y no, tampoco se admiten los diez minutos de rigor.</b> Si alguien tiene que esperar, que seáis vosotros, ¿entendido?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">11. Cuidado con el perfume. </strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">Esta cuestión es tema a parte. Ni mucho, o la embriagarás provocándole náuseas, ni poco, o todos los aspectos que has cuidado previamente se desvanecerán ante el más importante. El olfato es el sentido con el que más recuerdos registramos, por tanto, una buena fragancia nos garantiza un grato recuerdo por su parte.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><b>11 Bis. NO a la colonia barata:</b> Este punto me encanta; podría estar hablando de ello </span><span style="font-size: 15.4545450210571px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">durante</span><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"> horas. Por todos es conocido lo que me encantan a mí los perfumes de hombres. Ah, ¿que no lo sabíais? Pues seres masculinos del mundo, me gustan, y los caros. <b>Como vengáis con alguna imitación del Mercadona ya podéis iros por donde habéis venido. </b>O sea, que te tiras tres horas frente al armario (porque lo haces, como yo) para ponerte súper hiper mega mono (o intentarlo, al menos) y luego te me echas <b>tres litros de 'Varón Dandy' o, viviendo al límite, 'Buscando a Jacq's'?</b> No, hombre, no...</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">15. Maneja los silencios, escucha</strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">. Una conversación, sobre todo en una cita, no es una pelea de gallos raperos. Tu lenguaje corporal, tu percha, es una de tus mejores armas, y vas vestido para la ocasión: Úsalo.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><b>15 Bis. Con el "escucha" me conformo:</b> ¿En serio, GQ? No, si la teoría está fenomenal, pero de ahí a que se haga realidad... No nos engañemos, tú, como mujer de éxito y orgullosa de serlo, le estás contando que te han nominado a Premio Pullitzer del año y ¿él qué hace? ¿Felicitarte por tus méritos de rubia inteligente?<b> (Sí, sí, no me he confundido, he dicho rubia inteligente. Ahí queda eso).</b> ¡No! <b>Te mira más abajo de tu barbilla, ahí donde las más suertudas tienen canalillo. </b>Pero vamos a ver, ¿pero es que acaso no os dais cuenta de que SÍ nos damos cuenta? Pero entonces, ¿por qué lo llaman 'primera cita' y apostillan lo de "escucharnos", cuando en realidad quieren decir<b> 'a ver si hago que la escucho y me la '</b></span><b><span style="font-size: 15.4545450210571px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">trajino</span><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"> a la primera'?</span></b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;">Lo del tema de "tu percha" me ha marcado infinito... Sería genial si todos los hombres tuvieran la percha de los hombres de GQ, pero es que da la <strike>jodida</strike> casualidad de que vivimos en el mundo real, señores...</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i><strong style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">18. Pagas tú</strong><span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">. Y punto. Si la siguiente quiere pagarla ella, bien: Ya tienes tu segunda ronda -así que la cita va bien- o tu segunda cita -si te interesa-, y la igualdad en el mismo paquete.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><b>18 Bis. Amén:</b> Sí, amén, y punto. Llamadme anticuada, pero es lo que hay. Y lo peor de todo es que mi pensamiento no concuerda con mis actos, ya que acabo aflojando cartera, pero no me digáis que no mola un tío que te diga eso de <b>"insisto, pago yo". Ah, no, esperad, que de esos no hay.</b> O no que yo haya conocido.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-size: 15px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-size: 15.4545450210571px; letter-spacing: 0.200000002980232px; line-height: 23px;">Y hasta aquí por hoy, que tampoco quiero cebarme... Solo os daré <b>un consejo que SÍ funciona con las mujeres en general: hacednos reír.</b> Y sí, hasta el más feo lo tendría hecho (bueno, en realidad no tanto, pero quería acabar con un mensaje positivo y poco superficial, pero entonces no sería yo. <b>Maldad de rubia en estado puro. </b>Muajajaja). Clic.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-64312408459069114152014-08-06T13:04:00.000+02:002014-08-06T13:07:25.039+02:00Programación veranil: De la Chabelita ‘Machupichu’ al 'pelopolla' del novio <div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ah, pero escúchame, ¿es que tú no sabes que <b>Alberto Isla ha
calificado a Chabelita (sí, sí, la misma) de ‘Machupichu’?</b> ¿Y que aún no estás
al loro del <b>culebrón Rosa Benito versus Amador Mohedano?</b> Suertudo tú, ya que
debes de estar de vacaciones. Pero no de unas vacaciones cualquieras, no, sino
de ésas en las que has desaparecido de la faz de la tierra, sin internet, ni
tele ni nada, porque, de lo contrario, de tener el más mínimo contacto con la
especie humana, ay, amigo, habrías caído en las redes de la telebasura. ¿Porque
te guste?, no, sino porque lo tendrías en absolutamente todas partes. Y cuando
digo absolutamente, digo ABSOLUTAMENTE, con súper MAYÚSCULAS. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y te lo dice una que sí, que es maruja desde que la parió su
madre hace ya muchos años, pero, aunque no lo fuera, <b>desayunaría Alberto Isla,</b>
tendría Benenito para comer (ya está pasado el término, pero mi amigo Jorge Javier
Vázquez la calificó de una manera muy adecuada hace unos años) y, si me apuras,
merendaría Belén Esteban y Andreíta (ah, no, espera, que la Reina de Sálvame
está de vacaciones. ¿Qué por qué lo sé? Porque mi siesta es más siesta desde
que no oigo de fondo eso de ‘Maaaaaaaaaaaaaaa-to’ o ‘¿Me entiendeeeeeeeeeeeeees’?)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No me juzguéis, todo el mundo está de vacaciones, incluida
la televisión, lo que significa que tengo circo mañana, tarde y noche. Y claro,
con eso de que Amador le robó 190.000 euros del premio de Supervivientes a su
mujer, o que <b>Chabelita ahora se ha liado con el primo de Josefer y Gloriacá
</b>(muy de telenovela, sí) pues estoy la mar de entretenida. Lo que me lleva,
inexorablemente, a una reflexión en voz alta: ¿Por qué, españolitos del mundo, no admitís que estos teleculebrones
enganchan? Porque lo hacen. Y mucho. Yo, al menos, lo admito. Creo que ya no
podría dormir sin saber cómo acaba toda la <b>ruptura de Isabel II con el ‘pelopo’
</b>(dícese del adjetivo calificativo que califica –ole yo- a una persona con el
pelo cual pelambrera púbica. Y esto no lo digo yo, eh, lo dijo Kiko Rivera –otro
qué tal baila. Ah, no, que canta- al que, por entonces, era su cuñado.) <b>¿Te
imaginas, amigo, que el hermano de tu novia va a la tele a llamarte ‘golfo
pelopolla’? </b>Pues sí, éstas son las cosas que enganchan de la telebasura. Es
así.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, a lo que iba, mi reflexión inexorable: ¿Por qué
<strike>cojones</strike> no admitís que <b>veis la telebasura culebril? </b>¡Con lo que molan las miserias de los demás! Ejemplo
claro: el señor que puso la semillita en el útero de la mama, vamos, mi señor
padre. Abogador incansable de ‘la armonía del silencio’, aquel que cree vomitar
cuando ve a la princesa del pueblo gritando en Telecinco, él y no otro, también
lo ve, peeeeeeeeeeeeeero, de ahí a reconocerlo va un mundo. Él, muy digno, se
molesta hasta límites insospechados de que mi santa madre y la rubia neurótica
que suscribe le digamos que no sea tan cínico, que lo ve igual que nosotras,
pero mira, no, no es capaz de decir: “Hola, soy pepito, y soy consumidor de
telebasura anónimo” (aunque, bueno, si lo dijera en voz alta dejaría de ser
anónimo, ¿no?)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Y qué me decís de Divinity y sus realitys reformeros! ¡Por
Dios, lo que molan! Ésos con sus gemelos comprando casas viejas para volverlas
una maravilla divina, o el guaperas que reforma sótanos para después ser
alquilados y en el transcurso se encuentra con moho, amianto… (Habéis visto lo
que he aprendido, ¿eh?) Casas que cuestan una miseria, por cierto, lo que viene
siendo un <b>milloncillo de dólares, cientos de miles arriba, cientos de miles
abajo, </b>vamos, a lo que estoy acostumbrada yo a cobrar cada mes, más o menos…
Pero engancha, engancha, aunque te recuerde lo pobrecita que eres (y seguirás
siendo, a no ser que te toque el Euromillón).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, pues eso, televisión, tú que también estás de
vacaciones, por favor, no me dejes sin tu querida programación de verano. ¡Qué
iba a ser de mí si no! De mí y de los miles de consumidores de telebasura
anónimos…<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-50423325258292492002014-06-12T17:26:00.001+02:002014-06-12T18:11:11.153+02:00Soporte técnico de Orange, ése gran competente<div style="text-align: justify;">
Sí, su competencia es inversamente proporcional al amor que les prodigo. <b>Orange, </b>esa cosa que hace llamarse <b>compañía de telefonía </b>me tiene hasta la mismísima última mecha de mi rubia melena. No os voy a aburrir con los detalles, solo os dejaré un escrito real que les acabo de mandar por eso, por su absoluta competencia. Los problemas que tengo, además y que no son pocos, por parte de la empresa, la cual también tiene los servicios contratados con esta cosa (sí, el hombre es el único ser que tropiezas dos y mil veces con la misma piedra), lo dejo para más adelante, que no quiero cabrearme más de lo que lo estoy. Si no os contesto a los mensajes, por favor, buscad en los hospitales, porque mi querida naranja habrá sido la culpable del infarto que me deje postrada en una cama. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora sí, os dejo con mi carta dirigida al <b>Departamento de Bajas de Orange. </b>Solo una cosa más, por favor, escribid vuestros comentarios para hacerme sentir mejor pensando que no soy la única pringada a la que esta compañía tima una y otra vez. Una y otra vez. Pero ésta es la última, lo juro. Antes, muerta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(Ésta es solo uno de los problemas que he tenido con esta empresa. No os vayáis a pensar que es el único. No, hombre, no).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Yo, Albuli, con DNI XXXXXXXXX-X, <b>solicito la baja de línea de Internet
Everywhere con código X-XXXXXXXXX y teléfono XXXXXXXXX</b> a la mayor brevedad posible.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>El motivo por el cual pido dicha baja es la absoluta
disconformidad con el servicio contratado –de manera totalmente irregular-,
además de la negativa por parte de la compañía a mis peticiones para intentar
solucionar este problema antes de llegar, finalmente, a la baja de dicha línea.
Me explico:<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>El pasado 22 de mayo de 2014 <b>contraté una línea móvil de
Internet Everywhere</b> de 1Gb por 10,89€ (IVA INCLUIDO). En dicho contrato y
fecha, JAMÁS se me expuso la posibilidad de que el sistema operativo de mi
ordenador con el cual iba a trabajar pudiese ser INCOMPATIBLE con el pincho USB
que iba a utilizar. En caso de que se me hubiese hecho esa simple pregunta
(“¿Qué tipo de sistema operativo tiene su ordenador?” “Windows 8” “Entonces no
funcionará correctamente con el pincho USB” <b>¿Veis
qué sencillo hubiera sido?)</b> NO hubiese contratado dicha tarifa.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Cuál es mi sorpresa cuando, en mitad del campo -e
incomunicada-, tuve que llamar a Orange una media de 10 veces para reclamar que
el <b>Internet que había contratado NO funcionaba </b>(les insto a que se echen unas
risas escuchando dichas conversaciones con su <b>queridísimo y a la par que competente
soporte técnico. Guiño, guiño). </b>Tras, repito, una decena de llamadas –una de
ellas a un 902, que, por supuesto, me incluirán en mi factura, de eso ustedes
no se olvidan- se me dice que “mi sistema operativo es incompatible con un
pincho USB y que necesito descargarme un parche de compatibilidad para el
correcto funcionamiento de Internet –o funcionamiento, al fin y al cabo. A lo
que yo me pregunto “perdónenme, pero, ¿son bobos? ¿Cómo <strike>coño</strike> voy a descargarme
algo de INTERNET CUANDO NO TENGO INTERNET?”- <b>Déjenlo, es una pregunta retórica.
</b><o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Siguiente cuestión: Una vez reubicada en Madrid, procedí –vía
WiFi, porque claro, no tengo <b>Internet móvil, </b>debido a que nadie me avisó de que
NO me funcionaría- a descargar el dichoso parche y, sobra decir, que TAMPOCO
funciona con el mismo. Tras aumentar mi cabreo de forma considerable, acudí a
una tienda física de Orange y se me avisó de que tendría que adquirir un
dispositivo de WiFi móvil y el cual me costaría la friolera de 80€ y que, “si
lo hubiese cogido el día en que firmé el contrato, no hubiese incurrido en
ningún sobrecoste de este calibre” (Volvemos a lo mismo: ¡¡Con lo fácil que
hubiera sido que ese dichoso 22 de mayo se me hubiese preguntado por mi sistema
operativo!!). Tras, obviamente, recibir la dependienta un NO de mi persona más
grande que una casa, me expuso otra posibilidad: Dar de baja la línea que ahora
os estoy pidiendo el cese, ya que no tiene permanencia, y contratar una nueva,
pero ¡ojo! esta vez sí, con una<b> permanencia de 24 meses y pagando por el
dichoso WiFi móvil una cantidad de 50€.</b> Perdónenme, pero, ¿creen de veras que
voy a contratar algo por 24 MESES + 50€ de un dispositivo cuando ni siquiera sé
si me va a funcionar el primer día? (Aparte, además, de que <b>JAMÁS DE LOS
JAMASES CONTRATARÍA NADA MÁS CON ORANGE. ANTES, MUERTA).</b><o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Por todo esto, exijo una de dos: o que se me dé a coste
totalmente CERO un dispositivo de WiFi móvil o, por el contrario, la baja
inmediata de esta <b>línea Internet Everywhere, </b>además, de cómo podrán comprobar,
la posibilidad también de llevarme a otra compañía las otras 4 líneas que tengo
contratada<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>s con ustedes, <b>mi querida y fraudulenta Orange. </b></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Entiendo que con este "breve escrito que me habéis solicitado" vía
Fax (Fax que también voy a pagar yo, cual pringada, pero ¡oye! bien que para contratar
cualquier cosa con llamar al teléfono gratuito del 1470, vale) sea
suficiente.</i></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><i><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Reciban un cordial saludo de un cliente “totalmente
satisfecho”, en el sentido más irónico de la expresión,</span><o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Albuli.</i></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-10894710813779938262014-05-26T21:45:00.000+02:002014-05-26T21:45:51.743+02:00Finde futbolero-electoral: No voto, pero que nadie toque mi fútbol, que ma-to<div style="text-align: justify;">
Madre mía, ¡la de cosas que tengo que contar por aquí de este fin de semana! Pero lo resumiré todo en esta frase: <b>tras la resaca del fútbol y de las elecciones, amigos, vuelve a ser lunes.</b> Es duro, pero es así. Los lunes, como el resto de días, llegan una y otra vez. Cada siete jornadas, oiga, como un reloj. Pero claro, este lunes es especial. Es el<b> lunes del debate vía redes sociales</b> tras, me repito, este grandísimo fin de semana que me deja una conclusión a fuego: <b>Si la gente saliese a la calle para votar como lo hace con el noble arte del deporte rey en este país, otro gallo cantaría.</b> Hasta una saeta, si se lo propusiese. Porque sí, amigos, Spain is different! Y no lo digo como fórmula de burla o castigo con látigo a la sociedad, lo digo como una realidad como las mechas rubias que esta neurótica lleva en su cabeza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De ese 56% que, por un motivo u otro (no voy a entrar en ese tipo de debates) no ha votado en las urnas, ¿cuántos sí habrían salido a la fuente de su pueblo y/o ciudad para gritarle al mundo lo mucho que quieren-adoran-matarían a gente por su equipo? Y ¡oye! que yo he sido la primera que casi muero de un infarto cuando llegábamos al minuto 90 y la cosa no pintaba bien para el Madrid de mis amores, pero ¿en serio? ¿Con la que está cayendo y la mitad de la población con derecho a voto no ejerce el mismo? No lo sé, algo falla... No soy analista político ni lo pretendo, así que, como he declarado hace exactamente cinco líneas, no voy a empezar a debatir en el <b>"luego no te quejes si no has votado", </b>pero me sorprende el porcentaje, de verdad. Aunque mirad, sí voy a hacer un mini análisis, ahora que lo pienso (sin decantarme por mis colores políticos): Señoras, señores, hagan autoevaluación de la situación. <b>El bipartidismo ha perdido 17 escaños respecto a las elecciones europeas. Diecisiete. Hagánselo mirar.</b> Si tan acostumbrados están a examinarse su propio ombligo, por una vez más que lo hagan, no les va a pasar nada. La autocrítica es absolutamente imprescindible (en todos los aspectos de la vida).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y dejando a un lado ya el tema serio que a veces ocupa a mi persona, ¡qué coño! <b>¡Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer si me has hecho campeón de Europa por décima vez! </b>Sí, sí, ahora dejo salir a la rubia loca por el fútbol que llevo dentro (bueno, y fuera, porque las personas que vieron el partido conmigo a punto estuvieron de correr tras los tres pitos del árbitro a Urgencias por rotura de tímpanos). ¡Qué partido, señores, qué partido! Pues... ¡mentira! ¿Fui la única a la que le pareció un mojón hasta el minuto 85? Porque, a ver, asumámoslo, fue una verdadera castaña, de unos y de otros. Pero claro, luego el Madrid sacó sus garras y dijo "hasta aquí hemos llegao" y, bueno, el final de la historia ya lo conocéis. Vosotros y los mil millones de personas que estuvieron pendientes de él. ¡Hala Madrid, hala Madrid! Ya me callo, ya... Solo una cosa: Enhorabuena al equipo rojiblanco y su afición, signo indiscutible de una temporada fenómena y de su gente, más fenómena aún.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por último, reflexión: De ese más de 60% de share que tuvo el partido (share: véase audiencia en televisión para los guays), ¿cuántos no votaron? Ahí lo dejo.</div>
<div>
<br /></div>
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<br /><div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-39970596708391770462014-05-17T13:40:00.000+02:002014-05-17T13:46:57.816+02:00El noble arte vecinal del punta-tacón-punta<div style="text-align: justify;">
Punta. Tacón. Punta, punta, tacón. Tacón, tacón, tacón. Zapateo y vuelta a empezar. No sé si he escrito bien la secuencia, pero me la sopla. Lo que vengo a denunciar hoy es el <b>oportunismo vecinal. </b>Porque sí, solo ellos, tus vecinos, pueden tener el más y absoluto arte del oportunismo. <b>Véase oportunismo bailarín, mudancil (de mudanza) o musical. </b>O, como lleva ocurriendo en mi querida comunidad durante todo el día de hoy, todo junto. Un tres en uno en toda regla. Punta. Tacón. Punta, punta, tacón. Tacón, tacón, tacón, tacón (ya lo tengo metido en la cabeza y es peor que la canción del verano, que se mete taaaaan dentro que es imposible olvidarla).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es como un remix del destino. Alba, ¿que hoy tienes que darle duro al <strike>jodido</strike> estudio de los <b>exámenes de junio? </b>Tranquila, no vas a sentirte sola. El hecho de que tus padres te hayan dejado la casa para ti durante todo el fin de semana y que así no te moleste nadie se va a acabar, porque <b>nosotros, tus vecinos, te haremos compañía de todas las maneras <strike>jodidamente</strike> posibles. </b>Qué generoso por su parte, oye.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Están los de arriba que, unas tres veces al año -es decir, cuando estoy en época de exámenes- deciden <b>cambiar de disposición todos los muebles de la casa al ritmo del punta, tacón, punta</b>. O todas las habitaciones o, única y exclusivamente, en la que mi persona se encuentre en esos momentos. Que estoy en mi querida alcoba, punta, tacón, punta acompañado de cama p'alante, cama p'atrás (y no para lo que os pensáis, eh, guarros, es que tienen una cama con ruedas debajo de la otra. Llevo catorce años aquí para conocer ya el dichoso ruidito). Que estoy en el salón, punta, tacón, punta a ritmo de un armonioso aspirador. Y así siempre. A todo esto sumémosle, además, las ocasiones esporádicas en las que también hace aparición su noble arte de la <strike>jodienda</strike> vecinal, y eso es coincidiendo siempre, siempre, siempre con los domingos. No es que hagan limpieza general una vez a la semana, que podría ser, sino que <b>la sincronizan con aquellas mañanas en las que la resaca se ha apoderado de mi cabeza rubia </b>(y, a veces, también de mi estómago). Tan majos ellos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego están los de abajo, donde, entre millones de seres infantiles que rodean mi hogar, conviven dos mujercitas adolescentes, donde <b>los gritos y los tirones de pelo son su pan de cada día. </b>Y del mío, porque, claro, los decibelios que acompañan a estos pequeños seres superan, con mucho, los muros de pladur de nuestras respectivas casas. Ah, por cierto, éstas son, por si todo lo anterior fuera poco, <b>férreas admiradoras del plañidismo de Pablo Alborán, </b>al cual recitan con el mismo tono de voz que sus broncas diarias. Ahí queda eso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y, por último, están los típicos del puerta con puerta. Ésos en los que, en circunstancias normales, tienes una relación de amistad de "toma mis llaves, por si algún día pasase cualquier cosa", pero claro, he dicho en circunstancias normales y, como yo no lo soy, nuestra relación es de, simple y llanamente, puerta con puerta. Y no es que me caigan mal, al contrario, son una pareja joven súper encantadora con dos crías más encantadoras aún. El problema radica en la composición musical que cada fin de semana en general -y este de exámenes en particular- se forma entre el programa 'Del 40 al 1' con los éxitos más guays del momento a toda potencia con los llantos hiper mega incontrolados de la pequeña de la familia. En serio, hay veces en las que pienso que un bebé es imposible que llore más, pero no, siempre me confundo. Aun así, de éstos no me quiero quejar, de verdad, que son unos soles, pero claro, me pillan en plena crisis de <b>rubia neurótica</b> que intenta estudiar Psicología de las Diferencias Individuales -que suena todo en chino mandarín- y se encuentra con semejante percal y claro...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero bueno, a lo hecho, pecho, que ellos han tenido que aguantar también mi infancia (con las <b>Spice Girls),</b> mi preadolescencia (con Chenoa y todo el repertorio de la primera temporada de los triunfitos), mi adolescencia (con todo lo que cayese en mis manos. Menos calorreo, de eso jamás. Y qué orgullosa me siento) y, ahora, en mi época de supuesta adulta con mis gritos de loca neurótica al borde del colapso, subida a unos altísimos tacones de quince centímetros mientras canto a viva voz al ritmo de alguna canción pachanguera. Así que, <b>Alba, ajo y agua, aquí tienes la actual y particular versión de la Ley del Talión. Te la devolvemos, diente por diente. </b>Clic.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-76502517220551852642014-05-15T15:46:00.000+02:002014-05-15T15:46:12.056+02:00'Impass laboril': A veces, también soy seria<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sí, y profesional, también. Bueno, dejemos hoy de lado el
neuroticismo propio de la rubia que suscribe siempre en estas líneas para hacer
un pequeño kit-kat laboral (o laboril, que sabéis que me gusta mucho cambiar
vocablos).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En esta ocasión, voy a aunar tres facetas que me llevan
acompañando desde que tengo uso de razón: <b>loca neurótica y escritora de este
blog por vocación, empresaria de alto copete presentando su joven y
absolutamente genial compañía</b> y, lo que nos lleva a todo esto, <b>incansable y
eterna estudiante</b> (no, amigos, seguiré con esto último hasta que me aburra y, a
este paso, parece que me encanta vivir pegada a apuntes varios).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Por qué de todo esto? Bueno, porque, si aún no lo sabéis,
unamos a todos mis quehaceres varios un nuevo curso para especializarme un
poquito más en mi profesión: el <b>eMarketing.</b> De esta manera, una de las
actividades que me exige esta nueva andadura es la creación de un blog y nada mejor
que éste para llevar a cabo mis estudios. Es cierto que podría haber elegido
cualquier otro más 'serio', pero ¿para qué? ¡Si yo no soy así!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, lo dicho, que además de crear un blog, tenía que
meter una entrada con un vídeo subido a <a href="https://www.youtube.com/" target="_blank">YouTube</a> y, tal y como os he comentado
antes, nada mejor que aprovecharme de que esta entrada la van a ver decenas de personas
de mi sector, por lo que he decidido colgar el <b>vídeo corporativo de <a href="http://www.romancexxi.es/" target="_blank">Romance XXIComunicación, mi agencia de comunicación y marketing digital</a> </b>(la mía y la mejor
del mercado. Por si algún cliente nuevo cayese en mis brazos. Guiño, guiño). </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dicho esto, el post ya está creado con dicho vídeo, pero
además, y ya que estáis, ¿por qué no le echáis un ojo a nuestra presentación de
la empresa? ;)</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/dFEIz1BE-dw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-3735783566726619652014-01-27T20:42:00.000+01:002014-01-27T21:05:04.574+01:00Murphy, ese amigo inseparable (o Alba se queja vol. II)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><strike>Me cago</strike> en Murphy,</b> en Murpha y en todo su <strike>puñetero</strike> clan (sin
contar los ‘Murphins’ de chocolate; en ésos <strike>no me cago,</strike> que están la mar de<i>
requeterriquísimos).</i> Aquí me hallo, a las 19.42 horas de un lunes –mi supuesto
lunes libre- <b>para gritarle al mundo lo mucho muchísimo que odio a Murphy.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este post bien podría llamarse<b> ‘Alba se queja vol. II’ </b>(como
la saga que empecé hace unos meses con mi brillante título<a href="http://comosobreviviramimisma.blogspot.com.es/2012/12/alba-se-queja-vol-i.html" target="_blank"> ‘Alba se queja vol.I’,</a> aunque quien dice unos meses dice el 4 de diciembre de 2012). Bueno, más bien podría titularse ‘Alba se queja vol. 1 millón’, porque en
cuestión de lo que viene siendo quejas soy la <strike>puta</strike> jefa, para qué nos vamos a
engañar, pero como dichas solicitudes por parte de mi humilde persona no se han
hecho públicas en éste, mi querido blog, pues nada, se queda en un flojo vol.
II, eso sí, esta vez con protagonista: Murphy. (Ole ahí el súper párrafo que me
acabo de gastar donde tiro por la borda la <b>ley <i>number one </i>de un periodista:
buscar sinónimos).</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quién no conozca a este señor, definitivamente, es porque le
va genial en la vida, lo que significa que toda la mala suerte me la habría
podido traspasar a mí (cosa que veo totalmente factible, en vista de los
derroteros por los que anda mi vida vital en los últimos tiempos del mundo…). Por
el contrario, quienes, como yo, sientan a mi querido Murphy también como un ser
amigable, a vosotros, queridos míos, os dedico este post.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Os pondré en antecedentes: <b>Murphy, amigos, es ese ser
jodidamente lapa que siempre está pegado a mi persona.</b> Sí, sí, os explico. Por
ejemplo, que yo quiero saltar, pues justo se me rompe una pierna, o que quiero
rascarme la nariz (sí, esa que Iván Izquierdo me rompió con su omóplato con 12 años), pues no puedo porque tengo
las manos ocupadas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El último ejemplo ha sido hace escasos minutos, porque digo
yo que para qué Murphy me iba a dejar en paz hoy, en mi día libre, el cual he
usado para estudiar una <strike>mierda</strike> de ‘Fundamentos de Investigación en Psicología’
con cuadros latinos, Salomones y no sé qué casos únicos con varias variables
independientes (aunque eso se merece otro post. Algo así como <b>‘Por qué coño
Alba siempre estudia cosas que no le valen ni para sonarse los mocos vol. I’).</b>
Pero bueno, que me pierdo. Que iba yo a escribir una noticia -bueno, de hecho,
la he escrito- (de ésas que como reportera dicharachera aprovechas el filón de
la ‘Última hora’ para ser la primera en publicarla) y, justo cuando la he ido a
publicar, <i>¡cataplum chof chof!</i> <b>se<strike> jode </strike>el<i> internete</i>.</b> Pues eso es lo que me
acaba de pasar. Porque sí, porque Murphy no ha podido joder la puta red de
redes antes y así no hubiera yo hecho una noticia que hablaba de los <b><i>Trendin
Topic</i> de Twitter cuando Twitter no funcionaba. </b>Porque sí, porque Murphy no ha
podido mandar Internet a la <strike>mierda</strike> solo un minuto después de que yo acabase mi<b>
tarea de periodista siempre al filo de la noticia. </b>Porque sí, porque Murphy me
quiere y, como tal, siempre viene a verme en el mejor momento. Y porque sí, y
punto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y diréis “joder, tampoco es para tanto”, pero claro, es que
una ya está lo que viene siendo un poco hasta las <i>pelotinguis</i> del mundo en
general. Sé que hace meses y meses (y porque hoy me ha dado por ahí, que si no
podría tirarme años) que no actualizo éste, mi querido blog, donde doy rienda
suelta a mis excentricidades varias de <b>Rubia Neurótica,</b> pero tengo una razón.
Una razón de las que pesan y que llevo tiempo queriéndoos contar (aunque bueno,
entre lo hiper pesada que soy y que los tres pelagatos que leen este blog ya se
enteran de mis miserias porque conocen mi careto en primera persona, poco os
voy a contar que no sepáis ya…). Pero bueno... Mi gran razón es... el <b>emprendimiento.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<strike>Jodida </strike>palabra que el Gobierno nos ha metido a todos en la
mollera. <b>Emprender por aquí, emprender por allá… </b>Y claro, una al final no es de
piedra y se acaba creyendo todas esas <strike>putas</strike> milongas (y mirad que yo no es que
sea demasiado amiga de la que habla del emprendimiento como la solución divina
y/o suprema a todos nuestros problemas: ésa que va de alcaldesa querida por
todos sus compatriotas comunales: la Botella), pero oye, al final la hice caso
y aquí me hallo ahora, casi un año después y “disfrutando” de mi día libre intentando
desde hace una <strike>puta</strike> hora colgar una <strike>puñetera</strike> <b>noticia de ‘Última hora’ que,
cuando la quiera publicar, será más bien ‘la última de esa hora’.</b> (Es que mi 'emprendimiento personal' es de eso, de noticias en el <i>internete,</i> pero eso os lo cuento en otro post.)</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Gracias, amigos, hasta aquí las <i>polleces</i> de hoy. No tiene ningún
sentido este texto ni hilo referencial alguno, pero no le podéis pedir demasiado
a esta mujer que está a punto de tirarse por la ventana (aunque lástima, porque
desde la altura que hay, encima ni siquiera podría romperme una pierna). Pero
puedo prometer y prometo que estaré algo más pendiente de contaros en voz alta
y en forma de letras <b>nuevas reflexiones y anécdotas varias de esta Rubia
Neurótica que suscribe</b> que, ahora, además, se cree empresaria. Porque sí,
amigos, Murphy y yo hemos decidido crear una nueva sección solo por y para
vosotros. Para instruiros y contaros las <b>verdades verdaderas de un emprendedor
en ciernes.</b> A partir de ahora, me erijo como no solo la <b>Rubia Neurótica que
sobrevive a sí misma, sino que seré aquella que os apoye en ‘Cómo ser
emprendedor y no morir en el intento’. </b>Clic.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-37665452464445035662013-09-23T19:31:00.001+02:002013-09-24T09:42:35.233+02:00Reflexiones sexo-literarias y otras cosas que pasan en la sala de espera del médico<div style="text-align: justify;">
Buenas a todos y todas. Hoy no creo que pueda excederme demasiado, ya que, de un momento a otro, la gente se arremolinará en mi salón para desear un feliz cincuenta y... cumpleaños a la mujer que me dio la vida. Pero no quería dejar pasar la oportunidad de soltar las <strike>polladas</strike> que se me están pasando ahora mismo por la cabeza. Más que nada por preguntaros también a vosotros si las pensáis o soy sólo yo, que estoy más <i>p'allá </i>que<i> p'acá,</i> que vale, todos sabemos que sí, pero todo tiene un límite.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi reflexión del día es: <b>"¿De verdad vende tanto el porno, el erotismo, el sado, vamos, el sexo en la literatura moderna?".</b> Pues, a mi entender, la respuesta es sí. Ni Dios se salva de haber leído la trilogía de <b>Christian Grey, </b>por ejemplo. Y ahora muchos diréis "oh, oh, yo no la he leído", pero, amigos, ¿a qué sabéis perfectamente de quién estoy hablando? ¿Y de que van a hacer una película de ese truñaco de historia que, por cierto, me enganchó hasta el punto casi bestial de quedarme sin vida propia? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pues eso, que sí, que <b>el sexo en los libros vende,</b> pero, amigos, una cosa es leerlos y otra, muy diferente, escribirlos. Y pensaréis que por qué peinetas os estoy explicando esto. Bien, pues porque hoy tengo <b>un día muy ajetreado sexual-literariamente hablando.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Por qué? Pues lo primero es porque, esperando en la sala del médico que me suele atender, porque me ha salido un <strike>puto</strike> orzuelo del tamaño de un oso, me he llevado un libro. Y no, no el de Grey, sino una trilogía que también se está haciendo bastante conocida. Voy ya por el segundo libro <b>('Reflejada en ti')</b>, pero ni siquiera me acuerdo de cómo se llama el primero. Una historia que no sabría describiros, más allá de que son una pareja con bastantes traumas infantiles que solucionan todos su problemas (que no son pocos) follando. Y sí, suena fuerte la palabra, pero es que no me sale decir otra. Porque se querrán y todo el paripé, pero fornican como conejos en la historia. De hecho, es lo único que hacen. Y si encima cada vez que lo hacen, es decir, unas cuatro veces por página, la palabra SEXO está en mayúsculas, pues claro, al final la señora que está esperando a tu lado (matizo: la <strike>puta</strike> señora cotilla) acaba echando un ojo al libro. Y dos ojos. Y tres. Y cuatro. Y al final termina leyendo lo que tú estás intentando leer en la "intimidad", hasta que llega un momento en que la mujer te dice: "¿esto es lo del Grey que todo el mundo habla?" Y claro, te dan ganas de mandarla a la mierda por dos cosas: por cotilla y por mentirosa, porque, a día de hoy, hasta mi abuela, la del pueblo, sabe quién es Christian Grey. "No, señora, es otra novela." "Sí, pero bien que es de SEXO también, ¿eh?" (codazo incluido). </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aún doy gracias por que mi médico justo saliese a nombrarme y así pude dejarla con la palabra en la boca, porque, a ver, qué coño le respondes a esa mujer que te está llamando no menos que guarrilla, cuando era ella la que estaba cotilleando MI libro y poniéndose tontorrona.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y lo segundo es porque... Mi súper novela ya está más que avanzada y, claro, tenía que llegar este momento, tarde o temprano (y mirad que lo he postergado). ¿Cuál? Os preguntaréis. Pues la escena de sexo, ¡qué iba a ser, si no! Pues eso, que aquellos que me conocéis sabéis que soy una persona sin pelos en la lengua, que suelo hablar de todo abiertamente, pero escribirlo ya es otro cantar. Y más cuando no se trata de sexo, sino de amor. En serio, no sabéis cuán difícil es tragarse a la Samantha Jones que tengo dentro y dejar aflorar a una Charlotte que muere por el romanticismo. Porque, amigos, el romanticismo no es que sea precisamente una característica de mi persona. Si a eso le sumamos que la escena en cuestión que he tenido que escribir es ficticia, pues se juntan dos cosas. ¡Ay, Dios, lo que me ha costado! Lo peor de todo es que según me salía una nueva palabra, se me venía a la cabeza lo que pensaría mi madre cuando lo leyese. No, mamá, yo no hago esas cosas. Te lo prometo.</div>
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Por cierto, a este respecto sobre las <b>novelas erótico festivas,</b> éstas que nos molan, que parece que nos gusta que nos traten mal o algo, me hacen tener una eterna duda que ha vuelto a mi mente, leyendo hoy en la sala de espera. ¿Los escritores (escritoras) creen realmente que es morboso que <b>el hombre le lave el pelo a la mujer? </b>Porque, en serio, me parece lo más patético que he visto en mucho tiempo. Desde que ya lo vi en un capítulo de 'Sexo en Nueva York', cuando le lavaban el pelo a Miranda (sí, la única no agraciada del grupo), pasando por (otra vez) 'Cincuenta sombras de Grey' o ahora con la novela ésta que ha caído en mis manos, me parece <i>horribilis, </i>de verdad. Pero, no sé, ¿qué pensáis vosotros? ¿Soy el único ser viviente en este planeta que piensa que para eso están los peluqueros y el champú Herbal Essence?</div>
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En fin, me despido, porque llegarán los invitados de un momento a otro. Una tarde en la que no pararemos de comer. Y comer. Y comer. Y comer. Genial para mi no dieta. Clic.</div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-39005995233040435082013-09-12T20:13:00.002+02:002013-09-12T20:31:23.355+02:00Mi Manzana y su pluma<div style="text-align: justify;">
No sé muy bien cómo empezar lo que quiero escribir, ni siquiera sé qué escribir, pero algo me dice que o lo intento pronto o todo lo que pretendo transmitir se va a ir volando si no lo hago rápido.</div>
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Éste, mi blog de rubia neurótica, al que tan poco caso hago pero al que tanto adoro y, por qué no decirlo, mi favorito de entre todas las cosas varias que andan mías por internet, será hoy el recipiente perfecto para volcar todo lo que siento ahora mismo.</div>
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Casualidades de la vida o, bueno, casualidades creo que no -destino lo llamaría, más bien- quiso que hace exactamente seis días una persona recibiese una llamada que le dijese algo así como "¿te quejas del poco tiempo libre que tienes? Pues toma, otra actividad más, para que no te aburras". Es gracioso pensar que el motivo de esa llamada nos hiciera pensar que aún tendría menos tiempo libre, cuando el paisaje que tenía ante sus ojos en ese momento eran las preciosas montañas de Fonsagrada, en Lugo, donde nos habíamos dirigido el día anterior para pasar el fin de semana de fiestas.</div>
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Esa persona, con una expresión en su cara entre expectación y terror por no saber cómo afrontar todo lo que se le venía encima, me dijo: "Me han llamado para trabajar". Ya veis, algo que sonaría como el cantar de cien ángeles para muchos, a ella le supuso un <i>shock.</i> Y esa persona, aun cargando a sus espaldas con decenas de cosas (a saber: su trabajo como periodista, su labor como empresaria, su faceta como artista de la inventiva literaria y un sinfín de locuras más que, por qué no decirlo, comparto con ella a tiempo casi completo) dijo "¿por qué no?". Y ahí que se lanzó, con otra cosa más que la dejará hecha un trapo sin dormir durante los próximos meses.</div>
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Y os preguntaréis "¿y ésta por qué peinetas nos cuenta que a una amiga le ofrecieron trabajo mientras estaba de fiesta en Galicia?" Pues porque, casualidades de la vida (o el destino, repito) quisieron que yo estuviese a su lado en ese momento. "Oh, Dios, ¿cómo voy ahora a corregir mi libro?" "Yo, si me dejas, quieres y te fías, puedo ayudarte". Y esa persona me dejó, quiso y se fió de dejar su manuscrito en mis manos. A mí y sólo a mí. Yo, la primera en leer su novela. </div>
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<br /></div>
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Es cierto que ya me lo había prometido una vez, pero se "saltó" un escalón y me dejó con las ganas y, sin embargo, casualidades de la vida (o el destino) quisieron que poco después apareciese esta oportunidad. Y ahí estaba yo para aprovecharla. Que algo llegue a tus manos sabiendo que eres la primera que lo toca es algo que no se puede explicar. Y más cuando es un libro. Y más cuando es de mi Manzana. Porque sí, amigos, la persona tan especial que me dejó, quiso y confió en dejarme una parte de sí misma es <b>Manza, mi Manza. </b></div>
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No pretendo hacer ninguna reseña del libro ni nada parecido. Y es que, aunque quisiese, tampoco sabría hacerlo. Ella es la que sabe de esas cosas, yo soy más de decir lo que se me pasa por la cabeza, y oye, no suele salir del todo mal, ¿no? Tampoco os voy a decir cómo se llama el libro, porque ni siquiera sé si es "legal" haberlo leído antes que el resto del mundo.</div>
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Sólo diré que mi Manza lo ha vuelto a hacer. Mi manzana y su pluma han logrado lo que nadie más ha conseguido en mi persona con una lectura. Ha conseguido, por segunda vez, que me emocione tanto con un libro que mientras haya leído las últimas cincuenta páginas no haya parado de llorar. Y digo por segunda vez porque sólo hubo una primera, y también fue con otra de sus novelas. La primera.</div>
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<br /></div>
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Y no, no me he emocionado por la historia en sí, sino por todo lo que engloba. No sólo el amor, sino la amistad, la facilidad que tiene para abrirse a los demás y contar todo lo que lleva dentro. Quizás muchos la leeréis y os gustará, pero todos los que la conocemos sabemos que hay mucho de ella (muchísimo, qué coño) en este libro. Quizás muchos, cuando sea una prestigiosa escritora de éxito, os gusten sus novelas, pero pocos conoceréis a la persona que está detrás. Y yo siempre podré decir que fui la primera en leer una de ellas, aunque sólo haya sido por esta vez, pero con eso me quedo y te doy las gracias por ello.</div>
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Y ya está. Ya me callo, porque no soy ninguna cursi, y lo sabéis. Sólo soy una llorona que está enormemente emocionada y orgullosa del talento de su Manza.</div>
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<br /></div>
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P.D.: Espero que te gusten estas palabras, porque son mi regalo para ti. La primera en leer tu obra y la primera en decirte, una vez más, que eres increíblemente buena en lo que haces. Gracias.</div>
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...Y no, no estoy escribiendo esto porque haya leído los agradecimientos. Es con lo único que me has dejado respetar los tiempos. Te quiero.</div>
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<br /></div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-74884551279566960622013-06-24T21:23:00.000+02:002013-06-24T21:23:08.378+02:00Yo, movedora de masas profesional<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<b>Resulta que tengo fans.</b> Yo, Alba para los conocidos y <b>Albuli</b>
para los amigos, tengo fans. Y esa es la razón por la que he vuelto a éste, mi
querido blog donde escribo toda la serie de excéntricas a la par que
catastróficas anécdotas que me pasan a lo largo de la vida. <b>Fans, fans, fans.
</b>Pero no de esos que ya te conocen, véase primos, amigos y demás personas que ya
sabían de tu existencia y de todas las cosas que te ocurren por el simple hecho
de estar en este mundo y que te pedían que siguieras contando todo aquello que
sucediese a tu alrededor. No. Hablo de fans auténticos, de esos que te
escriben, aun sin conocerte, para decirte lo mucho que les gusta tu manera de expresarte.</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
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<br /></div>
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<div class="MsoNormal">
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Yo, movedora de masas profesional. <b>Yo, con fans.</b> Quién me lo
iba a decir. No uno, ni dos, queridos, sino tres. Tres fans. Pensaréis que es
poco, pero para alguien a quien apenas conocen más allá de la esquina de su
portal, no está mal. Tres personas que me han encontrado por internet y han
pensado que yo puedo sacarles una sonrisa. Gracias a todos aquellos que son
felices a costa de mis desgracias. Lo digo en serio, eh. Gracias por avisarme
de que mi patética vida os es útil a algunos de vosotros. Si mi pesar es
vuestra alegría, mi pesar se convierte en alegría también. Qué poética me he
levantado esta mañana.</div>
</div>
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<br /></div>
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<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Bueno, que resumo, que me estoy poniendo filosófica y ése no
es para nada mi estilo. Resulta que me había venido ayer a mi retiro espiritual
para desconectar del trabajo, internet y todo aparato electrónico viviente
cuando recibo una alarma del Apalabrados. Sí, ese juego que tanto odiaba, me
enganchó, hizo que dejase de tener vida propia, me desintoxiqué y del cual
pasaba olímpicamente. Hasta ahora. Mi fan número tres me encontró por el
dichoso jueguecito. Me dijo cosas increíblemente subidoras de moral, que, por
cierto, no creo que merezca, pero gracias. Una persona que ni tan siquiera
conoce a este <b>Rubia Neurótica</b> que suscribe y que ha conseguido que, en apenas
unas horas, volviera a coger el teclado y me pusiera manos a la obra. Creedme
que eso es mucho, teniendo en cuenta que mi cabecita llevaba meses diciéndome
“escribe, escribe” y al final siempre conseguía cualquier otro entretenimiento
para no acabar aquí sentada, dejándome la vista.</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
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<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
El caso es que comenzamos a hablar y la partida quedó en
nada, pero oye, me devolvió las ganas que tenía por escribir en este blog. Y
aquí ando ahora, en el que se suponía que iba a ser mi fin de semana de retiro
sin ningún tipo de aparato que llevase cables, agarrada al ordenador portátil y
con el internet del iPhone enganchado, del cual, por cierto, he acabado con 53
megas menos en apenas 15 minutos. ¡Maldita tecnología!</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
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<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Pues eso, este post no es nada del otro mundo, sabéis que
podría extenderme hasta límites insospechados, pero es que, aparte de que no me
apetece, me ha pillado la inspiración trabajando y tengo que ponerme ya (pero
ya) con el proyecto que tengo ahora entre manos. <b>Y sí, me refiero a esa novela
que tantos fans (hasta ahora, sólo los que me conocían) me llevabais pidiendo.</b>
Por ahora sólo es un documento en Word de apenas doce hojas, pero con el que
espero coronarme (por fin) como mujer de éxito en general y escritora patética
en particular. Una novela al más estilo <b>Rubia Neurótica, </b>un show, vamos. No será
literatura a lo Punset, pero oye, Punset tampoco tiene la comicidad de mi
persona, ¿no?</div>
</div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
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Hasta pronto, fans. A todos, aquellos que me conocen y a los
que no. Y otra cosa, gracias por no dejar de animarme a que siga escribiendo,
porque, aunque a veces se me olvide, esto es lo que me gusta, al fin y al cabo.
Clic.</div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-26017134544229354572013-01-11T13:47:00.000+01:002013-01-11T13:53:33.889+01:002013: Declaración de intenciones<div style="text-align: justify;">
Querido 2013: </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Te quiero. Te adoro. Te idolatro.</b> Al contrario que a tu querido predecesor, ese que todo el mundo llama 2012 y que yo apodé como <i>El Maldito, </i>y al cual le deseaba que muriera y desapareciera de nuestras vidas en general -y de la mía en particular, a ti, sin embargo, te venero. Te venero, porque tú, <b>mi soñado 2013, eres mi año.</b> 365 días que pienso exprimir al máximo y en el que se van a cumplir todas mis expectativas. Quizás suene demasiado optimista, pero es así. Lo sé, estoy segura: te quiero.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No quiero que estos objetivos halagüeños y felices, que me nublan ahora mismo el pensamiento, caigan en saco roto o vuelen cual jilguerillos, así que yo, <b>Alba P. Corpas, dejo escrita mi Declaración de Intenciones, </b>en forma de contrato, en la que, si alguna vez se me olvidara que eres mío, mi año, pueda recordarlo cuando la lea.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Comienza la transcripción del siguiente contrato, en el que las dos partes, 2013 y Alba P. Corpas, firman un <b>acuerdo de mutualidad, en el que ambos contratantes se comprometen a ayudar al otro a la consecución de sus fines. </b>Por ello, y a convenir entre ambos, comienza la Declaración de Intenciones:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Declaración de Intenciones para los próximos 365 días de mi existencia - Alba P. Corpas:</b></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<ul>
<li><b>Prometo trabajar en lo que me gusta.</b> No pienso conformarme con cualquier cosa o, peor aún, quedarme en casa esperando a que llegue esa llamada de empleo disfrazada de valiente príncipe montado en su noble corcel diciéndome: <i>"Ey, Alba, ese trabajo que tanto esperabas y añorabas a partes iguales, lo tengo. Y es tuyo".</i> Seré muy fantasiosa, sí, pero la realidad de la situación me inunda. Y como soy demasiado culo inquieto para esperar esa situación utópica <i>totally,</i> yo, Alba P. Corpas, lo encontraré por mi cuenta. <b>No necesito a nadie más, sólo yo, yo misma y mis ganas de triunfar.</b></li>
</ul>
<ul>
<li><b>Prometo reírme de los hombres.</b> Quizás me piense el punto de "reirme con ellos", pero, de momento, dejémoslo en un "de". En el punto 1 de este contrato hablo de mi éxito profesional. Lo sé, seré una mujer de éxito, y vosotros, capullitos de alelí que habéis pasado por mi vida -y no para quedaros-, lo vais a ver. Siento, queridos míos, que no estéis a mi lado para disfrutarlo conmigo. Jodeos. Seré una mujer de éxito. (Suena de lo más pedante, es así, pero es la verdad, si no me lo digo yo, ¿quién?) Me sé de más de uno que pensaba algo así como: <i>"Estás demasiado loca, demasiada imaginación, demasiada fantasía. Un poquito de por favor y pon los pies en el suelo".</i> No, gracias, mi imaginación y mis ganas me van a llevar más lejos de lo que nunca hubiera soñado y todo será gracias a mi esfuerzo, no al tuyo.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Prometo cuidar de los míos y mis amigos, mi segunda familia.</b> Este punto siempre he intentado tenerlo en consideración, pero es cierto que, a veces, se me olvida que únicamente me quieren y sólo miran por mi bien. A todos, os prometo que trataré de ser mejor persona y que vosotros lo veáis a mi lado. Que todo lo que consiga, lo celebréis conmigo, porque vosotros sí formáis parte de mi futuro éxito, de lo que seré. A todos, familia y amigos, gracias. Gracias por quererme tanto y decirme todo lo bueno que tengo y lo no tan bueno, que bien falta me hace. No os defraudaré.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Prometo acabar todo lo que empiece. </b>No suelo ser de esas personas que dejan a medias aquello que comienzan con ilusión, pero bien es cierto que muchas veces voy desinflándome por múltiples motivos. Por ello, juro que acabaré todo lo que me proponga, incluidos temas laborales, personales, <i>gimnasiles</i> y estudiantiles.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Prometo ser FELIZ.</b> Pero feliz no de estos pequeños momentos en los que piensas <i>"¿Ves? No me va tan mal".</i> No, me refiero a una felicidad completa, de esas que te invaden todo el cuerpo y te obliga a sonreír cada día. Prometo que, si alguna vez se me olvida este último punto, y el más importante de todos, lo recordaré al levantarme cada mañana. Será mi mantra para lo que después me aguarde el resto de la jornada: <b><i>"Alba, eres feliz. Alba, eres feliz".</i></b></li>
</ul>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Por su parte, el benefactor del contrato, 2013, se compromete a:</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<ul>
<li>Hacer feliz a la beneficiaria, intentando, al menos, darle algún atisbo de pensamiento positivo que la haga sonreír, mínimo, 5 veces al día.</li>
</ul>
<ul>
<li>Hacer que luzca el Sol todo el año o, en su defecto, que los días de nubes y frío la beneficiaria tenga compañía con quien pueda disfrutar de esos momentos oscuros.</li>
</ul>
<ul>
<li>Por último, no poner trabas a dicha beneficiaria en su camino de búsqueda de la felicidad. Conseguir en todo momento que la beneficiaria obtenga todo lo que necesite para la resolución de la misma. Véase en este apartado personas y amigos que le den ese empujoncito cuando esté de bajoncillo o vea gris (que nunca negro) los objetivos que se había propuesto al principio de este contrato.</li>
</ul>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A la espera de los beneficios que reporte dicho acuerdo contractual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Madrid, 1 de Enero de 2013.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los abajo firmantes,</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i> 2013 </i> <i> Alba P. Corpas</i></div>
<div style="text-align: center;">
El benefactor La beneficiaria</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-91270137569626510592012-12-24T13:38:00.001+01:002012-12-24T13:43:58.417+01:00Juguetes de ayer y hoy<div style="text-align: justify;">
<b>"¿Cómo están ustedeeeeeeeeeeeeees?"</b> ¿A qué todos sabéis a qué carismático, entrañable y querido personaje estoy haciendo alusión? Miliki, estaba claro, ¿no? ¡Pues no! Porque existe una generación de niños mutantes tecnológicamente hablando que jamás sabrán quiénes eran Los payasos de la tele, lo que era bajar a la calle para jugar al fútbol con chapas y tampoco conocerán el maravilloso y <b>gordo libro de Petete, </b>ese gran ¿pollo/pato? que lo sabía 'to'. Pero to, eh, tú tenías cualquier duda y tu madre te decía: "Pregúntale a Petete, en él hallarás la respuesta" (sólo faltaba que culminase la frase con un "sigue al maestro, pequeño Padowan").</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es que es así, amigos, nuestros sobrinos, hijos (míos no, gracias) y demás especímenes de menos de 12 años jamás conocerán lo que son los juguetes de verdad. Y cuando digo "de verdad" me refiero a esos que nos hacían <b>restregarnos por el suelo, saltar hasta que nos explotase el corazón y tuviésemos las mejillas al rojo vivo y los que nos daban pequeñas descargas cuales cirujanos expertos en la materia.</b> Parece que hablase como nuestros abuelos, pero, en serio, han cambiado mucho las cosas desde que la tecnología entró en nuestras vidas y decidió quedarse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué se piden los niños de hoy en día? Su <b>carta a los Reyes Magos, Papá Noël</b> y todo ser que diga de traerles regalos en <b>Navidad</b> está llena únicamente de chismes con botones y cables y más cables (bueno, ahora no, que con este del <i>Wifi</i> y el <i>bluetooth</i> y todas estas tecnologías varias, no hacen faltan ni cables). Ahora, la carta de un niño quedaría tal que así: <b>PS3, WII U, XBox, Wall of Craft, Grand Theft Auto...</b> No entendéis nada, ¿a que no? Yo tampoco. Cuando tenga un hijo, le diré que me escriba la carta y con ella tendré que ir a una juguetería y decirles: "Quiero esto y no me haga leerlo, porque yo sólo hablo castellano. Gracias".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero es que las niñas no se quedan atrás, no. Dónde habrán quedado esas colecciones de <b>Barbies, Nancys, Nenucos, Barriguitas y PiniPones</b> que todas teníamos. Cada muñeca más bonita que la anterior. Sus melenazas rubias y brillantes, sus vestidos de princesas, sus sonrisas Profident... Pues no, amigos, ahora las niñas de hoy están en otra onda. Una onda más moderna, o eso dicen, porque a mí que me expliquen <b>qué tienen de bonito unas muñecas que son <i>zombies.</i></b> Sí, queridos, <i>zombies,</i> con cicatrices en la cara, la piel verde putrefacta y la ropa rota. Yo intento ser empática y llegar a entender la belleza de tales muñecos, pero belleza, lo que se dice belleza, no se la encuentro por ninguna parte. A nosotras nos regalaban la <b>peluquería de la Barbie</b> y cogíamos a esa muñeca de piernas largas, la sentábamos ante el tocador y le hacíamos más moños que a Yurena en Sálvame (guiño, guiño). Sin embargo, eso ya debe ser cosa de abuelas pochas, porque, en la actualidad, lo que se lleva es tener 7 años y pedirse un iPad con un juego con el que cortar y destrozar la cabellera de una linda muñequita. Como lo oís, ¿cómo va a ser igual peinar a la Barbie de forma real a tocar una pantalla fría y mover los dedos a modo de tijera para cortarle las puntas? Nada, que no me entra, lo mire por donde lo mire...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso, en la noche en que el primero de los regaladores navideños llega a nuestras casas, he decidido volver a <b>escribir la carta que yo siempre hubiese querido</b> que los niños de hoy en día escribiesen y así vieran, de verdad, que no todo es sentarse en el sofá y quedarse bizcos con tanto mandito delante de la tele. Mi carta (y la de muchos de vosotros seguro que también) sería tal que así:</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<ul>
<li><b>Barbie Doctora y su clínica veterinaria:</b> muñeca preciosa donde las haya, con sus miles de accesorios, imprescindibles todos ellos. Me pido a la Doctora, pero si, por algún casual, consideraseis que he sido muy, muy, muy buena, me pido también su coche descapotable, la mansión y la carroza (con Ken incluido).</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Un balón de fútbol: </b>para saber lo que es salir a correr con una pelota entre los pies, caerte, desollarte las rodillas y que tu madre te grite por la venta: ¡¡Alba!! ¿¿Qué haces?? ¡¡Sube pa' casa ahora mismo que te limpie esa herida, que se te va a infectar!!</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Juego Operación:</b> sí, amigos, siempre me quedé con las ganas de tener ese gran juego, en el que te convertías en un cirujano de prestigio y debías sacarle al paciente todas las cosas malas que tenía dentro de su cuerpo: desde gafas en el estómago hasta huesos de perro en el hígado. Muy raro todo, sí, pero molaba. Me lo pedí durante todos mis años de infancia y nunca llegó. En vez de ese, mis queridos Reyes Mayos decidieron un año "echarme" un <b>juego interactivo llamado Quique Tembleque, </b>un ciempiés que sostenía bolas y sólo funcionaba si te reías a carcajadas. Imaginaos a los 5 minutos de forzar unas carcajadas que no salían por sí solas. Nada, éste no os los recomiendo.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Un libro:</b> pero un libro físico, nada de eBook, para acostarme por las noches y leer con la lamparita mientras mi madre grite: ¡¡Alba!! ¡¡Apaga ya la luz, que mañana hay cole y no habrá persona humana que te levante!!"</li>
</ul>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pediría muchas cosas más, pero no soy avariciosa y sé que los Reyes Magos este año andan algo hasta el cuello con esta <strike>jodida</strike> crisis. Ya veis, amigos, hasta la mismísima sangre real se ve empañada por estos momentos <i>crisiles...</i> Desde aquí, y con este pequeño <b>guiño nostálgico a nuestra infancia, </b>os quiero desear UNA MUY FELIZ NAVIDAD PARA TODOS Y CADA UNO DE VOSOTROS que, aun faltando siempre personas importantes en nuestras vidas, nos merecemos pasar unas fiestas en paz, divertidas y disfrutando de los más peques de la casa, que, aunque se pidan tantas maquinitas, qué le vamos a hacer, los tiempos cambian, pero recordad, habladles como nos hablaron a nosotros: <b>"Yo, cuando era pequeño, no existían esas cosas y nos divertíamos igual... bla bla bla..." Ahora les entendemos, ¿verdad?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: large;">Sed felices,</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Alba.</i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-90088557970141828692012-12-15T13:39:00.000+01:002012-12-15T17:32:39.504+01:00Cuando Apalabrados domina tu vida<br />
<div style="text-align: justify;">
Me cago en el <b>Apalabrados,</b> en quien ha conseguido viciarme y, en primera instancia -y a quien, con motivos, echo la culpa de todo- en quién <strike>cojones</strike> lo inventase. Dichoso jueguecito que te quita horas de estudio, de sueño ¡y de vida! Creo que he perdido, por lo menos, tres días de mi <i>lilfe</i> sólo mirando a la pantalla del iPhone intentando colocar esa <strike>puta</strike> "X" en una casilla de triple puntuación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bueno, hablo del <b>Apalabrado</b>s dando por hecho de que todos sois conocedores de esa <strike>cabronada</strike> de juego. Todos menos yo, que, cómo no, lo conocí más tarde que el resto de personas humanas (qué queréis, soy rubia. Juas, yo, que soy la primera que abogo por la inteligencia de las rubias y mira, metiéndome ahora con el género. En fin).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si por algún casual no vivís en este planeta o no ha llegado a vuestras manos un <i>Smartphone</i> de ultimísima generación, os diré que es un juego simple, pero complicado, si la suerte no está de vuestra parte (y de la mía no está nunca jamás de los jamases). Todos los <b>juegos de mesa de nuestra querida infancia</b> se han subido al carro tecnológico y han decidido hacer su versión 'móvil', y claro, éste no iba a ser menos. Para aquellos que se quedaron nadando allá por la Posguerra, os diré que se trata del <b>clásico Scrabble.</b> Y si ya eres más antiguo que el Renault 21 de mi padre (que ya tiene más de 20 años y ahí sigue, dando guerra) podéis llamarlo también <b>Intelect,</b> que así es como lo llama mi madre (tan poco moderna ella).</div>
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Es una tontería y una genialidad en sí mismo. Tan sólo<b> se trata de ir colocando letras y formando palabras, encadenándolas a la vez con otras.</b> Ya está, esa es toda su explicación. Pero no, no se nos cuenta la letra pequeña o, al menos, a mí me engañaron vilmente. Te dicen que es muy sencillo y ¡ale! clavada por detrás, ven que eres una presa fácil y van a cuchillo, porque yo, amigos, mujer de letras puras y duras, debo confesar que <b>soy una pésima jugadora.</b> Paupérrima. De lo malo, lo peor y de lo peor, lo inaguantable. En serio, si estáis con la moral por los suelos, de esos bajones que nos entran a todos porque nos hemos tenido que abrochar el cinturón en un agujero más o porque te haya salido un grano de esos de nivel +150, tranquilos, podréis echar conmigo una partidita y ver que siempre hay alguien peor que vosotros: la <b>Rubia Neurótica</b> que suscribe.</div>
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Sí, lo admito, he caído rendida a sus pies hace escasos días, pero no porque no lo intentase antes. Ya lo probé un par de veces, no os creáis. Y las dos veces por lo mismo. Por lo de siempre. Los hombres (¡malditos!). Sí, intentaron que entrase en esa vorágine de partidas jueguiles donde, por el simple hecho de conocer a esa persona, es más gratificante aplastarla como un garbancito cocido. Pero no lo consiguieron. Me aburría (del juego. Bueno, y así, en <i>petit comité,</i> de ellos también).</div>
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El caso es que no pensaba que hubiera una tercera oportunidad a eso que yo denominaba <i>"truñaco de juego, que os tiene a todos absorbida la mollera".</i> Pues sí, no hay dos sin tres (tan refranera mi persona). Y ese momento llegó en una celebración familiar. Si tenéis tantos familiares como yo, que <b>parecemos una boda gitana cada vez que nos juntamos </b>(por el número de asistentes, ¿eh? No os vayáis a pensar que nos ponemos a cantar eso de <i>"He venido a tu casamiento para partirme la camisa"</i> Vaya muerte), eso, que me entenderéis. Que si uno empieza a hablar de que le encanta el <b>Apalabrados,</b> de que al otro también, de que apúntate, Alba, y nos echamos unas partidas... Y claro, cómo le vas a decir que no a tu tía Cecilia (que has escuchado que tu prima Virgi le gana siempre, porque es una <i>pathetic player).</i> Ahí piensas, bueno, al menos, a ella seguro que le gano. Y dices<i> "venga, vale, voy a intentarlo".</i> <b>Craso error, Alba, craso error.</b></div>
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Comienzas jugando con tu familia (que sobra decir que, por supuesto, me han ganado en todas y cada una de las partidas, menos mi tía Cecilia, que conseguí meterle la dichosa X en el último momento y gané cual victoria espartana) y acabas ludópata perdida por jugar con quien sea, hasta con desconocidos. Ahí es cuando ya se te puede considerar un desesperado del <b>Apalabrados.</b> Optas por "contrincante aleatorio" y ale, una detrás de otra. Y si no te contesta el susodicho enemigo no conocido, empiezas otra. Y otra. Y otra. Hasta que te encuentras con 34 partidas abiertas a la vez (de las que pierdes 32). Muy triste todo.</div>
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Pero, además, si aún no os he convencido de lo genial de este juego (aunque lo odie profundamente) es que <b>no sólo de ludopatía vive el hombre. Apalabrados</b> sirve, además de para meter fichas al tablero, para metérselas al oponente. Sí, sí, han intentado entrarme por el chat del jueguecito más de una y más de dos veces. <i>"Tienes los ojos tan azules como los lagos de Suiza"</i> (verídico). Hay gente pa to, lo sé. Me dio ganas de decirle <i>"chato, no me seas daltónico, que son verdes, y sigue con el jueguecito, que yo no he venido aquí para hacer amigos".</i> Pero vamos, que eso, que si os mola ligar, que también podríais. Qué grande es este <strike>puto</strike> pasatiempo.</div>
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Lo mejor de todo (bueno, lo peor, creo) es que el dichoso jueguecito no sólo consigue enganchar y dejar sin vida a aquellos que estamos <strike>jodidamente</strike> viciados, sino que a los que no lo conocen, también. Y pensaréis, bueno, a ésta se le ha pirado la almendra ya del todo. Pues no, queridos, mi querida y santa madre, esa amada progenitora de mi persona que <a href="http://comosobreviviramimisma.blogspot.com.es/2012/10/porque-madre-no-hay-mas-que-una.html">me dice que <b>salgo bizca en la fotografía de mi currículum,</b> </a>también ha sucumbido al <b>Apalabrados.</b> Sin catarlo, señores. Qué guay es <i>my mother, </i>¿eh? Para que os hagáis una idea: está como loca por hacerse con un <i>Smartphone</i> (ambos padres míos aún andan con antiguallas Nokia's del tipo 'ladrillo que no cabe ni en un Brikin' (un <b>Birkin es un bolso XXL de Hermès,</b> incultos) ¡para jugar al puto juego! Tanto es así que el otro día nos llamaron de Orange para ofrecernos el oro y el moro y va ese amor de persona que me dio la vida y le dice: <b>"Yo lo único que quiero es un móvil de esos con el que pueda jugar al Apalabrados".</b> Olé tú, mamá. Olé tú.</div>
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Y nada, ya sólo deciros que, si aún no conocéis la <strike>jodida</strike> aplicación, ¡sed listos! ¡No os la descarguéis! ¡La ignorancia es la felicidad! Si no, cuando menos lo esperéis y sea un martes a las 2:30 de la mañana, se os joderá la conexión a Internet en casa y os veréis llamando al Servicio Técnico de la compañía cual drogadicto con síndrome de abstinencia. Sí, como os imaginabais, me ha pasado. <b>Qué dura es la vida del drogodependiente <i>apalabril.</i></b></div>
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P.D.: Odio este juego por la vida que me está absorbiendo por momentos, pero bueno, que sepáis que t<b>engo como nik 'Corpisela',</b> por si algún alma perdida como mi persona decide echarse un vicio con esta paupérrima jugadora y subir así su moral. Pero lo odio, eh, de verdad. Clic.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-46393552533787794272012-12-04T12:11:00.000+01:002012-12-11T21:15:37.797+01:00'Alba se queja', vol. I;<div style="text-align: justify;">
<b>Yo, Alba P. Corpas, me declaro en rebeldía.</b> Ea. Sí, sí, y rebeldía de esa de la buena, de la que ya no tiene marcha atrás. Los que ya me conocen pensarán que no es nada nuevo, que entonces seré la misma Rubia Neurótica, rebelde y loca como una cabra de siempre. Pero no. Hoy -y no mañana, ni ayer, ni dentro de un año- hoy, <b>he decidido arremeter contra toda persona-cosa-bicho viviente que se me ponga por delante.</b></div>
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Y por qué os preguntaréis. Bien, pues porque hoy -y no ayer, ni mañana, ni dentro de un año- <b>hace seis meses que estoy en paro.</b> Desempleada. Desocupada. En las listas del Inem (ahora SEPE, para los <strike>jodidos</strike> suertudos que nunca se han encontrado haciendo cola en sus queridas y malolientes oficinas). Seis <strike>putos</strike> meses ya en los que he pasado por diversas etapas: desde el optimismo más ilusorio (y totalmente ingenuo por mi persona) de "no pasa nada, encontraré algo mejor en cero coma, porque yo lo valgo" (o eso me dice mi madre. Y lo que dice mi madre va a misa), pasando por la típica fase de "ahora es verano, quiero disfrutar de él, porque ya me tocaba. En septiembre ya tendré tiempo de preocuparme", hasta llegar a hoy -y no ayer, ni mañana, ni dentro de un año-, en que me hallo en la etapa de desesperación-frustración-cabreo con el mundo laboral -y con el general también- elevada a la máxima potencia.</div>
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Total que, como Rubia Neurótica por excelencia que soy, sumado a mi estado de rebeldía por un tiempo indeterminado X, hoy <b>he declarado mi estado de guerra particular. </b>Sé que muchos creeréis que no tengo derecho a quejarme, de hecho, muchas veces yo también lo pienso, que hay miles de personas que están en condiciones infinitamente peores a las mías, pero ayer mi querida y pequeña amiga Tere me dijo que cada uno podíamos expresar lo que necesitásemos en cada momento. Así que ale, hoy pienso despotricar contra el mundo y quejarme de todo y todos hasta quedarme a gusto. Agárrense los cinturones, amigos, porque hoy comienzo con mi <b>nueva sección 'Alba se queja'.</b></div>
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Y, viendo lo quejica que soy en mi vida diaria -y sin estado de guerra/rebeldía de por medio-, auguro que éste no va a ser el único post que escriba para soltar todo lo que llevo dentro. De hecho, estoy pensando que es una terapia genial para desahogarse. Ale, os animo a <i>everybody</i> a que soltéis todo lo que se os pase por la cabeza (bueno, hasta unos ciertos límites, que después os plantáis delante de Rajoy, le dais dos <strike>hostias</strike> bien dadas -y súper merecidas- y luego vais y me echáis la culpa a mí y a mi estado de guerra/rebeldía. Eso no, eh).</div>
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Por todo ello, y por el poder que me han conferido mis seis meses de paro y mi derecho natural a estar cabreada con el mundo, <b>queda inaugurada mi sección 'Alba se queja'.</b></div>
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<b>'Alba se queja' vol. I:</b><br />
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<li>Yo, Alba P. Corpas, <b>me quejo de esta <strike>puta</strike> crisis que tanto daño está haciendo a tantísimas personas</b> que quiero. Y a las que no conozco también. Me quejo de la desaparición exponencial y a pasos agigantados de la clase media. Me quejo de que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres; que tengan que ver con absoluta y cruenta impotencia cómo les desahucian de sus casas, cómo no tienen qué llevarse a la boca y cómo ven su vida resquebrajarse en pedazos en apenas unas décimas de segundo.</li>
</ul>
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<li>Yo, Alba P. Corpas, <b>me quejo de este Gobierno,</b> liderado por el señorito Rajoy, su barba (que tiene vida propia) y su cuadrilla de <i>pelos filete</i> (acepción inventada por mi persona: dícese de los chicos que han decidido peinarse como si llevaran una chuleta en la cabeza, la cual sólo les deja ver por un ojo, ya que el otro lo tienen tapado por esa extraña y viviente mata de pelo ondulada. Tales especímenes, además, cuentan con una indumentaria y jerga propias, caracterizadas por polos de cocodrilo y expresiones tales como "te lo juro por Snoopy", respectivamente). Me quejo de sus políticas antisociales, de sus amnistías fiscales a amigos, de sus privatizaciones diarias en sanidad y educación, de sus cansinos rescates a la Banca, de sus patadas en la cabeza del tipo <b>"Los jóvenes españoles se marchan al extranjero por su espíritu aventurero y no por la crisis"</b> (oído de la señorita Marina del Corral hace apenas unos días) y por tantísimas cosas más que no me apetece escribir, porque se me está acelerando la patata por momentos.</li>
</ul>
</div>
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<br />
Y ya, a título completamente personal e intransferible, me quejo de muchas cosas más:<br />
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<li>Me quejo de mi <strike>puto</strike> nuevo vecino, el cual no duerme con una esposa al lado, no, sino con una escoba con la que se dedica a dar <strike>hostias</strike> a mi pared día sí y día también. ¿Por qué? No lo sé, sólo sé que le encanta <b>tocar los bemoles como <i>hobbie</i>.</b> Sí, yo también lo pienso, hay gente pa tó.</li>
</ul>
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<ul>
<li>Me quejo de mi padre, que tiene tanta confianza en mi persona (pero taaaaanta tanta tanta) que me dijo hace exactamente dos días que dejara la nueva carrera que acabo de emprender (Psicología) porque, una vez más, no me iba a servir de nada. Esto se remonta ya a siete años atrás, cuando decidí estudiar Periodismo y no Informática, como mi progenitor pretendía. Gracias, papá, <i>one more time,</i> por confiar tan fervientemente en tu hija y sus posibilidades. De nuevo, gracias.</li>
</ul>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>Y, por último, hoy <b>me quejo de los reclutadores de puestos de trabajo,</b> los cuales desechan mi currículum sin leerlo siquiera. Lo hacen una bolita y lo tiran a la <strike>puta</strike> basura o, lo que es lo mismo, lo borran de su base de datos en su versión <i>online.</i> Muchísimas gracias también a vosotros, por hacerme creer -y ver, porque a las pruebas me remito- que <b>tener una licenciatura, dos másteres y experiencia en el sector no sirven ni para limpiarse el culo.</b> Gracias, muchas gracias.</li>
</ul>
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<br />
Y hasta aquí mis protestas de hoy, porque sé que mañana tendré que seguir quejándome de mi vida en general y de mis miserias en particular, y tampoco quiero hundirme <i>today</i> más de lo que estoy. Desde aquí os animo a que todos os quejéis, que es muy bueno. Es genial gritarle al mundo <b>"¡¡<strike>JODIDO PORCULERO</strike>!! ¡¡HOY ME HE LEVANTADO CON GANAS DE GRITARTE: ¡¡<strike>QUE TE PETEN</strike>!!"</b> y cosas así. Es muy gratificante, en serio, es como subirte a la báscula y ver que has perdido dos kilos sin hacer nada de dieta. Bueno no, creo que no hay nada mejor que eso, pero la satisfacción es, más o menos, parecida, pierdes lastre. </div>
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Ale, amigüitos, ¿de qué os quejáis vosotros? <b>La plataforma 'Alba se queja' está abierta para todos</b>... Clic.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-91871945574490437112012-10-26T22:20:00.000+02:002012-10-26T22:37:00.452+02:00Porque madre no hay más que una<div style="text-align: justify;">
Sí, y menos mal, porque llego a tener dos como la mía y ya estoy colgada de un pino. O de una encina. O cortándome las venas con la cuchilla del baño. O. O. O. Pensaréis que soy muy dura, pero es que mi madre también lo es. Ahora empiezo a explicarme el motivo por el que le ha salido una hija tan amable, pero un tanto criticona y con ciertos puntos de locura transitoria (o no tan transitoria). Ya sabéis, con nosotras también se cumple eso de <b>"de tal palo, tal astilla":</b> igual que nos parecemos físicamente (sí, queridos, todos mis amigos me dicen que soy el calco -facial- de mi querida progenitora, porque lo que viene siendo el cuerpo, con sus curvitas guitarriles varias, provienen de tierras gallegas paternas...), también somos clavaditas en personalidad. Ella se empeña en que no, en que mis esporádicos y a la vez que temidos arranques de mala leche los he heredado de mi padre, pero se confunde. Se equivoca de cabo a rabo. Y quienes nos conocen bien (o no tan bien) lo saben. </div>
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<br /></div>
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Como dos gotas de agua, sí. Dos calcos. Y, como clones que somos, hoy me la ha clavado. Una de esas puñaladas que, días después, aún duelen en lo más profundo del sistema circulatorio y motor. Hoy mi madre ha sido igual de criticona y <strike>porculera</strike> que yo, su hija, ese ser nacido de sus entrañas hace escasos 25 años. Yo, su "cosita", su "linda" y todo lo que ella decide llamarme en sus momentos materno-amorosos he sido vapuleada por su persona.</div>
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<br /></div>
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Ya os estaréis preguntando el por qué de tanto revuelo: "Con lo buena que es tu madre, por Dios, te quejas de vicio", "Alba, tú dices 'bi' y al segundo tienes una 'bicicleta', que dices 'zapa' y a los cinco minutos aparecen dos 'zapateros' en tu habitación" (Pedro, ésta va por ti, aunque seguro que ya te has reconocido en estas palabras...). Que sí, que mi madre es un amor y todo lo que queráis, pero cuando descarga, lo hace con toda su fuerza titánica:</div>
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<b>"Alba, hija mía, no me extraña que no te llamen de ningún trabajo, viendo la foto que tienes puesta en el currículum... No pareces tú, tienes una expresión rara, sales bizca y despeinada. Y, además, (y por si esto no fuera poco, <i>my friends</i>) ni siquiera se te ven los ojos claros; están oscuros, como marrones. Jajajajajajajajajaja." </b>(Entendéis que esas son las carcajadas posteriores de mi susodicha progenitora tras soltarme dicha perla. Perlote de Majórica.)</div>
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<br /></div>
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¿Cómo lo veis? ¿Cómo os coméis tal plato de pasta indigerible? <b>¿Pero una madre no estaba para decir lo guapas que son las hijas <i>full time in everywhere?</i></b> ('A todas horas y en todas partes', que a veces me arranco por soleares y me da por escribir con poliglotismos varios.) Pues la mía no, amigos, la mía está para ser sincera con su lucero del alma. O sea yo. Para tener una sinceridad con mi persona aplastante. Lapidaria. Mortal de necesidad. Y digo yo (y eso que tengo abuela) que una no está tan mal, ¿no? Que mis defectillos tengo, claro, pero aquí la Rubia Neurótica que suscribe aún despierta algún suspiro que otro entre la población masculina... Aunque no sé ni cómo soy capaz de levantarme tanto la moral, cuando debería tenerla por los suelos después de tal jarro de agua fría por parte de mi madre. Sé que me repito, que soy muy pesada, lo sé, pero es que me lo ha dicho MI MADRE. MI-MA-DRE.</div>
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Muy fuerte todo, sí. Pero es que la cosa no acaba aquí. ¿Qué os pensabais? Es mi madre y somos igualitas, así que no se iba a quedar conforme con decirme UNA vez lo poco agraciada que soy, no. La mujer se ha regodeado en su comentario dos y tres y cuatro veces, hasta llegar al momento crucial de meter a mi padre también de por medio (como si el pobrecito mío, que es un santo varón -quitando que fuma y que no me hace caso para ponerse a dieta- no tuviera suficiente con vivir con dos mujeres como nosotras). Pues sí, queridos, va mi santa madre y no se le ocurre otra cosa que soltar por esa linda boquita de piñón que tiene (y no sé si para intentar arreglar el estropicio que acababa de montar con su adorado retoño) la siguiente -y segunda- perla de la tarde: "<b>Tu padre también vio ayer la foto y pensó exactamente lo mismo. Que sales bizca, vamos".</b></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<b>Gracias, mamá. Gracias, papá.</b></div>
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<br /></div>
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Ante tal comentario, y siendo todo lo buena persona que puedo llegar a ser en ese momento en el que podría haber explotado -en el sentido más literal de la expresión-, decido decirle a mi madre: "Mamá, <i>very strong</i> todo lo que me estás diciendo, pero no te preocupes, que tengo otra foto de carnet, más actual, además, y te la voy a dar para que la lleves en la cartera".</div>
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<br /></div>
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(Diálogo acontecido inmediatamente después de <b>mi gran idea de darle OTRA fotografía</b> a la "crítica constructivista" de mi madre):<br />
<i><br /></i>
<i>- Ésta me la hice hace unos meses y te aviso que todo el mundo que la ha visto me ha dicho que salgo guapísima.</i><br />
<i><br /></i>
<i>- Pues como sea como ésta...</i><br />
<i><br /></i>
<i>- </i><b><span style="font-size: x-large;">¬¬'</span> </b><i>(Esa es mi cara mientras voy a mi habitación a coger, con toda mi buena voluntad y amor hacia esa mujer que me dio la vida un 23 de febrero, la OTRA foto).</i><br />
<i><br /></i>
<i>- (La coge, se la acerca a la cara, la vuelve a alejar -porque no ve un </i><strike style="font-style: italic;">carajo</strike><i> con las gafas progresivas-, la vuelve a acercar... Y se ríe. Se ríe a carcajadas. </i><b style="font-style: italic;">OTRA VEZ. Mi madre riéndose DE MÍ otra vez)</b><b style="font-style: italic;">.</b><br />
<b style="font-style: italic;"><br /></b>
<i>- ¡Pero si en esta estás igual! ¡Tienes algo raro en la mirada! (A la vez que intenta gesticular mi pose de horas ensayadas en el espejo haciendo un movimiento como de subida de cejas -cuando yo el tic a lo Carlos Sobera no lo he tenido en la vida. Lo he intentado, sí, pero todos han sido momentos infructíferos en mi carrera como imitadora profesional)</i><i>.</i><br />
<i><br /></i>
<i>- Pues Tam me dijo el otro día que salgo guapísima, que SOY guapísima y muy fotogénica.</i><br />
<i><br /></i>
<i>- Jajajajajajaja. (Más risas. De mi madre).</i><br />
<i><br /></i>
<i><b>- Jajajajajajaja. (Más risas. De las dos juntas.)</b></i></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A ver, qué voy a hacer si no... ¿Lloro porque mi madre piense que tiene una hija con la mirada algo distraída? ¿Lloro porque mi madre me ha comparado con dos grandes de este país, como vienen siendo Leticia Sabater y El Dioni? Pues no, me río. Me río con ella. Las dos juntas, que pocas veces pueden darse esos momentos de complicidad entre madre e hija, donde las carcajadas no cesan por no parar de escuchar reir a la otra. La persona más importante de mi vida.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
P.D.: Ahora ya sabéis de quién he sacado esa pequeña picardía para con los demás: de mi querida madre. Y de sus comentarios. Yo también te quiero, mami.</div>
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<br /></div>
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P.D.: Y ahora, por favor, sed benévolos con mi persona y decidme que mis padres están confundidos y que los que ven dos ojos, uno mirando pa' Cuenca y otro pa' Valladolid, son, en realidad, ellos, que ya tienen el mal de la vista cansada. O cualquier otro defecto que me dé la razón. Me haríais sentir mucho mejor. Gracias.</div>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH8imjjDnXhz3K5_xDTmgP_a6-CFiUOkHui9TfL9WJ5uk81pXgendxyFXoWQ5ggiAsDcfsmwJpvS1m81U7QqCa_FbpRTrRxRpHZv4U61HoXiGlcdwOVdurub8eOUqfEmeJxsD4oCvAcl0/s1600/bizquez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH8imjjDnXhz3K5_xDTmgP_a6-CFiUOkHui9TfL9WJ5uk81pXgendxyFXoWQ5ggiAsDcfsmwJpvS1m81U7QqCa_FbpRTrRxRpHZv4U61HoXiGlcdwOVdurub8eOUqfEmeJxsD4oCvAcl0/s320/bizquez.jpg" width="320" /></a></div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-85905359041237851712012-10-09T12:10:00.000+02:002012-10-09T12:17:25.236+02:00La primera cita<div style="text-align: justify;">
Algunos lo llaman "<b>primera cita</b>", yo prefiero llamarlo "<strike>puta</strike> primera cita". O "<strike>jodienda</strike> de cita". O "cita de <strike>mierda"</strike>, a secas. Espero que sepáis a qué me estoy refiriendo; en caso contrario, o sois muy feos o antisociales. O las dos cosas a la vez (que no suelen ir reñidas, de hecho, suelen ser un <i>pack.</i> A veces, me sorprendo de lo <i>bad person</i> que puedo llegar a ser...). </div>
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<br /></div>
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Aviso para navegantes que no sé qué puede salir de este post... Llevo mucho tiempo queriendo escribir sobre algo así, pero tengo tantas y tan malas primeras experiencias que creo que se puede acabar el mundo después de publicarlo... Encima, estoy intentando concentrarme con una música de fondo un tanto extraña... Resulta que hace apenas 4 días (sí, 4 días) descubrí el maravilloso mundo de Spotify y aquí ando, probando, con una lista de reproducción llamada, literalmente "Las típicas canciones que no sabes cómo se llaman, pero te gustaría escucharlas". Aquí hay de tó. Pero de tó.</div>
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A lo que iba: <b>¿qué es una primera cita?</b> Es ese momento en el que te has decidido a quedar con cierta persona, como un primer contacto, para conocerla mejor y esperar que aparezcan los corazoncitos a vuestro alrededor mientras os dais cuenta de que estáis hechos el uno para el otro caminando agarraditos de la mano paseando por El Retiro. ERROR. Veis muchas películas románticas. Pero muchas. Una primera cita es una de las peores experiencias para una mujer (de los hombres no me aventuro a hablar, que estoy convencida de que para ellos el simple hecho de que una chica ya quiera quedar con ellos, es un triunfo). Se trata de una <b>maratón de horas pre-cita, momento-cita y post-cita </b>que toda chica con dos dedos de frente debería aprender a odiar profundamente.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para empezar, quiero haceros una pequeña introducción del <b>tipo de primeras citas que existen</b> (de unas pocas sólo, que nos puede dar aquí el fin del mundo según los mayas y seguimos leyendo tipologías citiles):</div>
<div style="text-align: justify;">
<ul>
<li><b>Cita a ciegas.</b> Mortal. Pero mortal de necesidad. Ese momento en el que el típico grupito de amigos que tenemos todas las personas humanas, y que todos son parejitas, menos tú (obvio) y están deseando que te eches tú también novio, porque claro, eres la oveja negra del grupo (a mí me pasa, amigos) y te dicen esa querida frase mundialmente conocida como: "Tengo un amigo perfecto para ti". ¿Qué haces? ¿Sales corriendo? ¿Huyes despavorida temiendo que sea otro <i>freake</i> con gafirulis como el novio que tiene tan enamorada a tu mejor amiga? ACIERTO. Pero no, en vez de eso, comienzas una retahíla sin parangón de preguntas cual diarrea verbal para conocer mejor al futuro padre de tus hijos (al que, repito, no conoces absolutamente de nada. Podría ser un calvo, gordo con dientes podridos, pero NO, es tu príncipe azul y, como tal, será moreno, alto, fuerte, deportista, con ojos verdes, proyección profesional, inteligente y divertido): "¿Y cómo es? ¿Es guapo? ¿Rubio? No me gustan los rubios, bueno, haré una excepción. ¿Edad? ¿En qué trabaja? Ahm, ha estudiado económicas, bien, bien, me gusta, así llevará las cuentas familiares. ¿Y tiene hermanos? (para saber cuántos tíos tendrán nuestros 4 hijos, dos niños y dos niñas, dos de ellos mellizos) ¿Y cuándo lo ha dejado con su anterior novia? (Importantísima pregunta, hay momentos de atacar y otros de esperar en la sombra a que aparezca el detalle que te diga ¡Ataca!)" Y así, una tras otra, friendo a preguntas al susodicho novio <i>freake</i> de tu mejor amiga. Normal, ¿no? Necesitas saber cómo es ese hombre. El Hombre. Conclusión: Tras un informe pormenorizado de su genética ancestral y su proyección de futuro, decides que sí, que es el hombre de tus sueños y que, cómo no, aceptas una cita a ciegas con él. Total, irá todo rodado, ya es como si le conocieras de toda la vida. ERROR. Acaba siendo el calvo, gordo con dientes podridos que no habías querido imaginarte. Y para más muerte en vida se pasará toda la noche hablando de su colección de camisas ("Ésta la tengo también en verde, azul, rosa y blanca, ¿te gusta" "Qué pasa, que sólo sabes comprarte camisas o qué"). De camisas y de su pasión incondicional por Goku y todo lo relacionado con sistemas Java de su nuevo dispositivo móvil. </li>
</ul>
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<li><b>Cita con el tío de Internet.</b> Ésta es una variante de la cita a ciegas anterior, pero con la diferencia de que la retahíla sin parangón de preguntas se la haces tú al tío X en cuestión. "Uis, chata, encantador. Qué te digo encantador, súper encantador. <i>The man of my dreams.</i> Moreno, alto, sí, sí 1.85, perfecto para cuando yo lleve tacones, ojos verdes, que sí, que sí, mucho pelo, éste no se queda calvo. Está haciendo su tercer año de residencia en cardiología, toda una saga de médicos en su familia. Y qué guapo, tía, qué guapo. Y divertido... Uuuy chica, qué divertido, no puedo parar de reírme con él. Vamos, que no entiendo por qué sigue soltero. Pero bueno, hasta ahora, hasta que me conozca a mí." Por fin se decide a pedirte una cita, después de hablar horas y horas con él (que ya le conoces más que a la vida de todos tus parientes cercanos juntos). Te dice que te llevará a cenar a un bonito restaurante con vistas al lago ("Ains, Mary, encima romántico... -emoticono de corazoncitos en los ojos-). Dos horas para prepararte y ¿qué pasa? Que era un gordo, calvo con los dientes podridos, que había mentido poniendo una foto de Míster Valladolid 2003 en su perfil. "Una pena, Mary, una pena. Una y no más."</li>
</ul>
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<li><b>Cita con el tío de la discoteca.</b> Sí, el de anoche. Ese que te pareció súper mega genial cuando le conociste. "No, no iba borracho. Y yo tampoco, sólo me tomé un <i>gintonic</i> (tan de moda en estos momentos. Y no entiendo por qué, porque está para vomitar, pero chica, como está de moda...). Nada, Mary, hablamos durante horas, majísimo de verdad. Y no iba a lo que iba para nada. Éste sí, Mary, éste sí. Además, ya le conozco en persona, ese es un punto ganado. Físicamente me encanta, de verdad, un Adonis. No hablamos de cuestiones de trabajo, quedaba feo en ese clima tan especial que creamos en la barra del bar. Sí, tía, me pidió el teléfono y hemos quedado para mañana. Qué ganas, Mary, ¡qué ganas!" Quedas con él en el centro (no viene a recogerte a casa cual caballero montado en su noble corcel) y descubres que, aparte de ser más feo y bajito de lo que recordabas (no, no habías bebido. Nada. Ejem), es un ni-ni que ni trabaja ni estudia ni hace nada con su <strike>puta </strike>vida, que no tiene un duro y que, para más tocarte la peineta, te toca pagar a ti toda la cena. ¿Pero qué clase de príncipe esperaba yo de semejante ser?</li>
</ul>
</div>
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Hasta aquí mi <b>tipología de primeras citas desastrosas,</b> porque como empiece, no paro. Así que chicas, para qué nos vamos a tirar horas y horas de preparación pre-cita (dos horas probándote ropa, una hora para peinarte, otra media para maquillarte y tres horas para contarle a tus amigas que has quedado con el hombre de tu vida) para que te aparezca cualquier sapo al que no tocarías ni con un palo... Tantas primeras citas te enseñan a amar tu soltería, con sus cosas buenas y sus cosas geniales y a pensar que un día, sin esperarlo ni quererlo, te aparecerá ese gordo, calvo con dientes podridos o ese ni-ni que no tiene ni para chicles que nos enamorará perdidamente. Clic.</div>
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P.D.: El final de este post era para quedar bien. En realidad yo pienso encontrar un hombre moreno, guapo, fuerte, deportista, alto, con ojos verdes, guapérrimo, inteligente, con un buen trabajo y proyección de carrera, divertido, detallista, muy detallista, con iniciativa, sincero, con amigos (primordial, por mucha tontería que os parezca), nada celoso ni posesivo, independiente, que le guste viajar, que no fume y que me trate cual princesa. Vamos, lo que yo ofrezco, pero en mujer. <b>Tampoco pido mucho. Interesados, razón aquí. Gracias.</b></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-64381604319054140652012-09-20T14:26:00.000+02:002012-09-20T14:38:48.592+02:00A mí me daban dos<div style="text-align: justify;">
Sí, dos. Dos <strike>hostias</strike>. Dos timos. Dicen que las personas somos los únicos seres que tropezamos con la misma piedra dos veces. He aquí yo como claro ejemplo a analizar de este refrán. Y es que el post de hoy va de lo que me gusta hacer reír a la gente (y no conmigo, sino de mí). Sí, amigos, soy la viva imagen de "timemos a ésta, que se le ve cara de tragárselo todo" (creo que mi mente calenturienta acaba de jugarme una mala pasada...).</div>
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El primer paso es reconocer que soy una <b>"persona con cara potencialmente timable".</b> Vale, lo reconozco. Y eso que yo me creía de las que no les daban gato por liebre: "Yo que tú no lo compraba, es un timo. Se ve a años luz que eso huele mal". Pues toma, por ir de lista, dos timos en menos de dos meses. Y, lo mejor de todo, sin verme la "cara potencialmente timable" que tengo.</div>
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Maldito Internet y malditas nuevas tecnologías. Son los causantes de todos mis problemas, porque os digo yo que esto no me hubiera pasado si me hubieran visto <i>face to face,</i> porque tendré cara de tonta, sí, pero tengo un importante poder de transformación hacia cara de perro de presa en muy pocos segundos que os daría miedo. <i>Digievoluciono</i> a la velocidad de la luz, creedme.</div>
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Bueno, a lo que iba, <b>que sí, que me han timado. Dos veces.</b> Algunos pensaréis que le puede pasar a cualquiera. Yo también lo creía hasta que la gente que me rodea, cuando se lo cuento, me dicen: "Eso sólo podría pasarte a ti. Pringada". Gracias, tener amigos para esto.</div>
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Bueno, vayamos por partes y cronológicamente en el tiempo hablando (cómo me gusta decir en ocho palabras lo que podría decir en dos):</div>
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<b>Primer timo: "La casa ganga de la playa"</b></div>
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Véase cinco amigas que buscan desesperadas un apartamento en la Playa de Gandía. Bueno, bonito y barato. Y si está en primera línea, con aire acondicionado y con la nevera llena cuando lleguemos, muchísimo mejor (de ron, por supuesto). ¿Cuál fuimos a alquilar? El bueno, bonito y barato. Y el inexistente. Porque no, no existía. Pagamos por, cómo decirlo, nada. Na-da. Y pensaréis que le puede pasar a cualquier persona humana que, sin preguntar, hace un giro postal a una tal <b>Ana María Mihaly</b> (sí, a la hoguera con ella). Sí, puede pasar, pero las circunstancias que rodeaban al timo eran dignas, cuanto menos, de levantar sospechas. El hecho de que la persona de contacto tuviera una dirección de correo haciendo mención a un tal Capitán Salami (sí, ese de<i> "Como un salami, tu amor llegó a mi vidaaaaaaaaaa, como un salami, para ponerte finaaaaaaaaaaaaa")</i> y que no nos cogieran el teléfono una vez hubimos desembolsado 200 cocos, era como para pensárselo. Como para pensárselo mucho. Menos yo, que como tengo "cara potencialmente timable" y además un corazón y una buena fe que no caben en mí, seguía diciendo que no pasaba nada, que no nos preocupásemos, que llegaríamos a Gandía y tendríamos listo nuestro apartamento. Sí, el bueno, bonito y barato.</div>
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Desde aquí le doy las gracias a mi amigo Piñi (en mi grupo somos muy originales poniendo motes, sí. Y éste no es de los peores, creedme. Esto me recuerda que, como te pongan un apodo de niño, ya te puedes morir con él, que se olvidarán de como te llamas en realidad y lo plasmarán en tu lápida cuando hayas estirado la pata. Y no, no os voy a contar cuál es el mío). De no ser por él, aún me planto en la playa con las maletas. Porque, amigos, descubrimos el timo tres días antes de viajar a 412 kilómetros de Madrid.<br />
<br />
Aunque bueno, en el fondo, la cosa acabó bien. Sólo tuvimos, en una mañana, que: empezar a mosquearnos (yo no. Seguía pensando que las buenas personas existían. Ahora ya no lo pienso. Ana María Mihaly, huye. Huye de mí si me ves con una katana y una cara de perro de presa que dé mucho miedo), investigar por Internet, encontrar a la <strike>puta</strike> de la <i>Ana Mary,</i> descubrir que era una timadora nata desde que el mundo es mundo, agobiarnos, gritar, cagarnos en todo lo cagable, relajarnos, respirar hondo, sentarnos, otra vez, frente al ordenador, buscar una agencia, que esa agencia tuviera apartamentos libres (buenos, bonitos y baratos), reservar uno de ellos y reírnos de nuestra desgracia. Y todo en un par de horas. Pero sí, acabó bien, con 200 panchos menos en el bolsillo, pero bien. Tan bien que llegué a Madrid, ocho días después, con una infección de garganta que podría haber muerto a mitad de semana. Pero sobreviví. Sobreviví al timo y a las vacaciones (dignas de otro post. O tres. O cuatro.)</div>
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<b>Segundo timo: "Los SMS gratuitos"</b></div>
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Esta anécdota es más corta, pero me la comí yo solita. No tengo amigas a las que co-echar la culpa de haber sido timadas. La quería para mí. Porque como dicen, a mí me daban dos. No iba a conformarme sólo con un timo durante el verano. Hombre, por Dios.</div>
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¿Quién se cree eso de <i><b>"Manda SMS sin límite, que no te cobramos ni un céntimo"?</b></i> Pues yo, obviamente, si no de qué os iba a estar contando esto ahora. Resulta que, como muchos tendréis en vuestros <i>Smartphones,</i> existe una aplicación que te ofrece a coste cero, y durante 24 horas, otra app que, habitualmente, habría que pagar por ella.</div>
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Lo cierto es que yo no le suelo hacer demasiado caso, ya que, en su mayoría, todo lo que ofertan son juegos, y yo me creo demasiado culta para tirarme <i>full time</i> con <i>games</i> del tipo Apalabrados o Diamonds (no cuela, ¿verdad?). El timo, en esta ocasión, radica en que la app que ofrecían hace días parecía de gran utilidad. Y recalco lo de parecía, porque ya la he enterrado por los restos de los restos. Y para los restos de las próximas 4 vidas, también. Que si puedes llamar gratis a cualquier parte del mundo (yo pensando en llamar <i>all day</i> a mi amiga negra del Congo afincada en Lisboa, conocida por todos como Wach), que si mensajes de textos ilimitados sin coste alguno, que si es la aplicación número 1 en EE.UU, que si tal, que si cual. ¿Quién se cree que dan duros a pesetas? O, mejor dicho, ¿millones a cambio de nada? Pues la Rubia Neurótica que suscribe. </div>
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Vamos, que me faltó wifi para descargármela en sesenta milisegundos y, después de trastear con ella y darle todos los datos habidos y por haber en mi vida, me pide que "reenvíe a los contactos que desee un SMS para hacerles conocer también a ellos esta maravillosa, increíble, sofisticada y perfecta aplicación". Y he aquí mi pensamiento de los siguientes 5 minutos:</div>
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"Coñe, ¡si es gratis! Se lo voy a reenviar a todos mis contactos. (Dudo durante un minuto). Bueno, mejor a todos no, que tengo muchos en la chorbo agenda a los que ni siquiera me apetece verles la cara, como para enviarles un mensajito, aunque no me cueste un duro. (Desecho unos 50 contactos. Sí, soy una persona muy sociable, ya lo sabéis). Mensaje enviado. Ok. A 174 personas." </div>
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-Ya habréis podido deducir que de gratis tenían bien poquito. Cuán sorpresa me llevo cuando veo que en mi bandeja de salida del iPhone he mandado 174 mensajes de texto.-</div>
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En este momento es cuando empiezas a ponerte nerviosa y piensas "No me <strike>jodas</strike> que han vuelto a timarme y voy a tener que pagar esta <strike>mierda</strike>". A esto que, para ser aún más el hazmerreír de la gente, decido ver mi factura delante de dos amigas. <strike>Hostia</strike> en la frente. 28,51€ en mensajes que me va a llegar a final de mes. Desde aquí quiero dar las gracias a esas dos personas que se estuvieron <strike>descojonando</strike> de mi persona durante más de media hora. Os recuerdo que formasteis parte del primer timo, por si lo habíais olvidado.</div>
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Vale, creo que ya os he acabado de convencer de que soy tonta. Una tonta con bastante menos pasta en la cuenta. Pero bueno, al menos ahora tengo una nueva vida: Ahora mi nuevo apodo es Capitana Salami y tengo una aplicación a la que acudir para llamar a Lisboa y mandar mensajitos gratuitos a mis 174 contactos. Yupi.</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-57651896309315365202012-09-16T22:14:00.000+02:002012-09-16T22:21:37.811+02:00A esa personita...<div style="text-align: justify;">
20:25 de un martes cualquiera en Madrid. A 633 kilómetros, una personita está comenzando a desempaquetar maletas en una ciudad desconocida, con calles desconocidas y gente desconocida. Todo un mundo por descubrir. "Será una etapa genial de mi vida", se convence. Lo que ella no sabe es que no sólo será una etapa, sino el comienzo de una vida diferente. Distinta. Nueva.</div>
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A falta de un día, una mañana o, al menos, una hora para que esa personita y yo hubiéramos estado a solas y habernos despedido como la ocasión lo merecía, qué mejor manera que dejar plasmado en un diario público lo que esa "personita" significa para mí y lo que voy a echarla de menos. Así, de paso, y como toque humorístico al asunto, le doy un puntito en la boca a todos aquellos que me tildan de "Rubia tonta" sin conocerme. Señores, sé escribir como una adulta, que soy periodista, nunca lo olviden. Y voy a demostrarlo. Así, con el corazón al descubierto. No hay mejor forma de expresión humana que el sentimiento.</div>
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Y así, a modo de cuento, te diré que...:</div>
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"Todo comenzó una mañana de invierno del año 1990. Mediodía invernal, sí, pero un Sol ansioso de hacerse notar hacía de este día una jornada con olor primaveral. Parecía un fin de semana como cualquier otro. Una niñita vivaracha de ojitos verdes subía y bajaba la cuesta de su calle montada en su juguete preferido: un triciclo rojo al que amaba con locura. Calle arriba, calle abajo. Calle arriba, calle abajo. Era una pequeña urbanización a las afueras de la capital, donde apenas circulaban coches. Esa niñita se sentía feliz de respirar aire puro y poder corretear sin miedo a nada. </div>
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<br /></div>
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Todo transcurría como de costumbre. Era la niñita mimada de la calle, el ojito derecho de todos los vecinos. Al fin y al cabo, era la única chiquilla de toda la zona. Hasta esa querida mañana de invierno con olor a primavera. Y es que, a tan sólo 20 metros de su casa, una familia comenzaba a desempaquetar una vida nueva. Unos padres altos y muy morenos traían consigo a otra niña. ¡Una amiga! Pequeña de tres años morena, muy morena. Con grandes ojos negros y melena rizada.</div>
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Desde entonces, química absoluta entre las dos niñitas. <i>To be continued..."</i></div>
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¿Y por qué no hay un fin? ¿Por qué el cuento se termina ahí, en esa mañana? No acaba, al contrario, sólo es el comienzo de una historia que dura ya más de 22 años. Una historia que no tiene fin, porque la amistad, mi personita querida, si es pura, como la nuestra, es para siempre.</div>
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Y así, como tus padres en su día, cuando decidieron desempaquetar una vida nueva en esa pequeña urbanización, tú, ahora, haces lo mismo. A 633 kilómetros. Es el principio de "algo" que cambiará tu vida para siempre. Tu mentalidad y tu manera de ver las cosas darán un giro de 180 grados. En estos meses, aprenderás a valorar cosas a las que quizás antes no les dabas la más mínima importancia (véase poner una lavadora, hacer la compra sin coche en el que llevar las bolsas o racionarte el dinero por miedo a no poder comprar papel higiénico a fin de mes). Descubrirás placeres e interrogantes hasta ahora desconocidos. Los momentos buenos serán maravillosos y los regulares serán negros, muy negros. Aún así, esos momentos maravillosos suplirán con creces esos bajones que puedas tener echando de menos algo que no tienes cerca en ese momento.</div>
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Te echaré de menos, sí, pero no de la misma manera que te puedan extrañar los demás. Como sabes, hace tres años que tú y yo ya nos separamos por las mismas circunstancias. La misma experiencia. Destinos diversos, sí, pero fines similares. Te añoñaré, pero por encima de eso siempre pensaré en lo que te está tocando vivir. Lo que yo viví y con lo que me quedo. El mejor año de mi vida. Y éste, AMIGA, es tu año. El mejor de la tuya.</div>
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Sin más, te quiero.</div>
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P.D.: Véase cuán orgullo he tenido que tragarme para colocar "sin más" en mis palabras. Y todo por ti, pequeña flor. ¿Ves? He vuelto a hacerlo...</div>
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P.D. 2: Sólo esa personita y yo entendemos el porqué de la primera posdata ;)</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4F0hfFgNdRG1WPZ18ivPUx-Ww3sBf-b2rKE3qPw2JXZ4l4uZ94UkL6RJ3LqXltZUd7TfiCyvym5uTe3DuRRUCdcp_6wNFwgDAGdN5PKg7IfEV78zoKo2XeEUF0yt4ZZfyUWp19yC6eLE/s1600/wach+y+yo+negativo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="353" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4F0hfFgNdRG1WPZ18ivPUx-Ww3sBf-b2rKE3qPw2JXZ4l4uZ94UkL6RJ3LqXltZUd7TfiCyvym5uTe3DuRRUCdcp_6wNFwgDAGdN5PKg7IfEV78zoKo2XeEUF0yt4ZZfyUWp19yC6eLE/s400/wach+y+yo+negativo.jpg" width="400" /></a></div>
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Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-81691277318618170942012-09-03T15:19:00.000+02:002012-09-03T16:45:55.385+02:00¡¡He vuelto!! ¡¡He vuelto!!<div style="text-align: justify;">
Sí. He vuelto. Y con dos kg más. O tres. O cuatro. En realidad, ni lo sé (y tampoco quiero saberlo). Tras más de un mes sin dar señales de vida humana por lo que viene siendo éste, mi pequeño y neurótico huequito blogger, he vuelto.</div>
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Perdonadme, sé que moríais lentamente sin tener noticias de las historias raras a la par que reales de vuestra rubia favorita, pero creedme cuando os digo que apenas he estado en la querida "capi" para poder escribir. De verdad, trabajar tanto me está dejando sin vida bloggeril. ¡Ah, no, esperad! El trabajo no, que sigo parada y bien parada, gracias. Quería decir que mi vida social veraniega de tres meses tocándome la peineta (sí, ya van 90 días sin experimentar lo que viene siendo el milenario arte de madrugar y currar durante ocho horas. O más.) no me ha permitido, siquiera, escribiros cuatro parrafitos para contaros mi egocéntrica vida.</div>
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Pero, repito, sed felices, porque ya he vuelto. Y esta vez -me da- que para quedarme mucho tiempo. Hasta que a la maldita crisis le apetezca aflojar un poco las cuerdas y el mercado laboral decida contratar a esta humilde periodista/publicista/relaciones públicas/marketiniana y comunicadora nata (y humilde, humilde, oiga).</div>
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Mes y medio en el que -cómo no- he acumulado anécdotas varias (surrealistas todas, <i>of course)</i> para compartir con todos vosotr@s. Todas son largas de contar y requieren de una concentración infinita que ahora no poseo (no me pidáis más; estoy escribiendo en un cuaderno de cuadritos -de los pequeñitos- para poder llegar a los Madriles y hacer un <i>copy-paste</i> rápido in <i>my computer.</i> Ya echaba de menos mis "poliglotismos" varios). Si algun@ se pregunta por qué <strike>cojones</strike> estoy posteando vía Pilot azul, sabed que se debe a dos cosas (aviso que la segunda de ellas es la más inútil que vais a leer en este blog. Y mirad que hay cosas sinsustancia entre mis líneas para elegir...): </div>
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La primera -y haciendo mención a mi querida y pequeñita (pero matona) amiga Teresa-: La inspiración llega trabajando. Y es que anoche, mientras mis amigos se emborrachaban con calimocho (no esperéis más, ya están caninos después de tantas fiestas a base de alcohol del caro), nosotras hablábamos 100% sobrias (llevo 11 días sin probar nada de alcohol. Ni una caña. Ni una gota. Pero esta historia ya forma parte de otro post. Tranquil@s, no me he vuelto alcohólica ni nada parecido. Todo tiene que ver con mi "Operación fuera lorza post vacaciones". Pues eso, que entre conversaciones varias que no van a ninguna parte y otras que puede lleguen a buen puerto, me soltó este refrán. Corto pero verídico. "La inspiración llega trabajando." Así que, siendo las 18 de la tarde y tras tres fracasos absolutos de intento de siesta, me he dicho: "Alba, pilla papel y boli (Bic siempre. Mierda, no hay. Aquí sólo tengo Pilot) y empieza a escribir, que al final se te olvidará juntar sílabas para formar palabras". Y mira, con la tontería, lo que parecían iban a ser tres párrafos guarros (con todos mis respetos) para saludaros y deciros "¡¡Estoy aquí!! ¡¡He vuelto!!", se han convertido en un post de los gordos. Y de los que duele la mano (que ya llevo dos hojas de cuaderno...)</div>
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Bueno, y mi segunda "cosa" por la que estoy escribiendo en un <strike>puñetero</strike> cuaderno es por la simple y <strike>gilipollas</strike> idea de ponerme a prueba a mí misma (sí, otra de mis neuras varias). ¿Cuál esta vez? El miedo atroz a que se me hubiera olvidado coger un bolígrafo. Y, sí, amig@s, mis miedos eran reales. He olvidado escribir. Escribir "bonito", se entiende. ¿Dónde habrá quedado mi preciosa letra redonda, que despertaba envidias allá por donde pasaba? (Reíos, pero mi caligrafía era alabada allá donde quedaba rubricada). Pues bien, ahora mis letras perfectas se han convertido en una especie de caligrafía ininteligible con símbolos jeroglíficos a modo de palabras. ¿Hace cuánto tiempo que no me paraba a coger un lapicero? ¿Una década? ¿Dos? ¿Un siglo, quizás? ¡Cuánto daño han hecho teclados varios y demás dispositivos tecnológicos!</div>
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¿Alguna vez os habéis parado a pensar (yo sí, ya sabéis, mi cabeza no para de dar vueltas <i>full time)</i> que, a este paso, nuestros hijos no sabrán ni coger un lápiz para escribir su nombre? En vez de eso, sabrán manejar un iPad desde la cuna (eso si el IVA nos permite comprarlos, que, tal y como vamos, no podremos ni comprar pan cada día...) ¡Con lo que molaba comprarse el más molón de los estuches antes de comenzar cada curso. Tenía que ser el más grande, con todos los colores (incluidos el blanco, algún uso le encontraríamos a lo largo del año, aunque fuese para metérnoslo por la nariz) y del dibujo animado de la termporada (véase Princesas Disney, Rayo McQueen o los Fruitis)...</div>
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Dejando pensamientos <i>freakes</i> en voz alta a un lado, pues eso, que gracias a a Teresita he matado dos pájaros de un tiro (odio esta expresión, pero la mano me duele demasiado como para tacharla y pensar otra): la inspiración me ha llegado trabajando (malamente, pero me ha venido, al final y al cabo); y 2.- He vuelto a apreciar el noble arte de la caligrafía (malamente, pero lo he apreciado).</div>
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(¡Virgen Santa! Qué degeneración de post. Qué mal están las cabezas (la mía peor que las de la mayoría. Ya sois conocedores de mis locuras transitorias -o no tan transitorias-...)</div>
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Bueno, ya sí que sí, la Rubia Neurótica por excelencia se retira. Se retira a hacer una maleta para volver a Madrid. Se retira a hacer una maleta para volver a Madrid, deshacerla y hacer otra más grande. Se retira a hacer una maleta para volver a Madrid, deshacerla y hacer otra más grande, porque mañana vuelve a la playa. Una semana. ¿Se me había olvidado comentároslo? Ya sabéis, las cabezas... xD. Clic.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_W4BTXC2Ql_8hwDI_unVqsRVRsdJ2VAhB6M6asdI_k-RJqSdWnIfCmAMKvZcavgYvOCZe1RBVmLFo0IGcL1cxXOctBCAiRmJIYdxSB6x1RDSba8hQl7zLfnYtRP6MhVDEMTPcF7-G4ls/s1600/cuaderno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_W4BTXC2Ql_8hwDI_unVqsRVRsdJ2VAhB6M6asdI_k-RJqSdWnIfCmAMKvZcavgYvOCZe1RBVmLFo0IGcL1cxXOctBCAiRmJIYdxSB6x1RDSba8hQl7zLfnYtRP6MhVDEMTPcF7-G4ls/s400/cuaderno.jpg" width="400" /></a></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-79184087651184580702012-07-24T21:22:00.000+02:002012-07-24T21:28:11.137+02:00Hombres del mundo, ¡aprended a piropear!<div style="text-align: justify;">
Ha llegado el verano. Lo sé, llegó hace más de un mes. Soy rubia, pero no tonta. Lo que pasa es que hoy me ha pasado algo que me hace confirmar lo que ya sabía: los hombres (yo les llamaría neandertales, pero tampoco quiero ser demasiado grosera), en época estival, se vuelven (más) salidos y/o guarretes profesionales. ¿Que qué me hace confirmar tal pensamiento? Fácil: los piropos veraniegos.</div>
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Un "piropo veraniego" es aquella expresión que decide soltarte cualquier "hombre" a cualquier hora del día o de la noche, en cualquier lugar y en cualquier situación, con el que te sientes verdaderamente incómoda.<i> "Ole esas piernas, ¡lo que daría yo por arrancarte esa minifalda a bocados", "Ains, que a gustito dormiría yo entre tus 'dos amigas'"</i> o <i>"Morena, qué feliz soy ahora viéndoos a todas las chiquillas con estas nuevas modas, que en mi época no enseñaban ni las pantorrillas"</i> son sólo algunas de las cosas tan "especiales" que podemos escuchar las mujeres en los meses comprendidos entre junio y septiembre.</div>
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¿Se puede ser más soez que un neandertal masculino (sí, he decidido no llamarles más "hombres" en este post) "piropeando" (véase las comillas en la expresión), en verano? Definitivamente, no. Seres humanos con pene entre las piernas del mundo, nosotras, las mujeres, somos personas y, como tales, nos merecemos palabras cariñosas. O, mirad, simplemente palabras, y no balbuceos y chorradas varias que no nos hacen más que confirmar lo que todas suponíamos: que cuando pensáis con la bragueta, la sangre no llega a ninguna otra parte de vuestro cuerpo.</div>
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<i>"Rubia, te comía hasta las caries." </i>Eso ha sido lo más "bonito" que me han dicho en lo que llevamos de verano. Y, como a mí, a todas. Iba conduciendo y he tenido que escuchar tal "piropo" cuando estaba parada en un semáforo. Y, lo mejor de todo, es que no provenía del típico grupito de niñatos (seres con menos cerebro que un mosquito y que se escudan en los cristales de su coche para soltar estas pullitas tan "geniales"), sino que se le ha ocurrido a un hombre (¿He dicho hombre? Perdón, neandertal máximus) cincuentón, con traje y corbata, en su Lexus plateado.</div>
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Pobrecitos, me han hecho pensar que ellos, seres sudorosos de este planeta, no tienen la culpa. Según una reciente encuesta que he podido hacer a los neandertales de mi alrededor (que no son pocos, pero tampoco me puedo poner a pagar ahora a una empresa para que me haga un estudio con un número de sujetos 1000 y un margen de error del 0,5 -¡Oye, todavía recuerdo algunos conceptos de la maldita asignatura de la carrera de Investigación en información...!-) y, ¡sorpresa!, he llegado a conclusiones increíbles. La más importante y fundamental de todas es la siguiente:<i> "No, Alba, nosotros no tenemos la culpa. La tenéis vosotras."</i></div>
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¿Nosotras? ¿Nosotras por qué? (Aquí es donde las respuestas de mis neandertales cercanos se unifican y responden al unísono: <i>"Por ser tan guapas y vestir con tan poca ropa en verano". </i>¡Acabáaaaaaaramos! ¡Que ahora nosotras, mujeres del mundo, tenemos que vestir tapadas de los pies a la cabeza, cuando hace más de 45 grados a la sombra (y si nos ponemos ya un burka, mejor que mejor), para que no seamos "piropeadas" por tales especímenes!</div>
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Mirad, seres masculinos, os voy a decir un par de cositas:</div>
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1. Vestimos como nos da la real gana. Si queremos enseñar pierna, enseñamos. Si queremos enseñar escote, enseñamos. Y si queremos no enseñar nada, no enseñamos. Pero no nos vamos a tapar, porque ustedes, seres con pensamiento <i>penil,</i> nos vayáis a saltar con cualquiera de vuestras queridas frases del tipo <i>"te lo comería tó", "ahí va esa guarrilla que se le ven las bragas" o, mi favorito, "te daba lo tuyo y lo de tu prima".</i></div>
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2. Un piropo (sin comillas) es algo agradable que gusta a la mujer que lo escucha. Si su cara es de "me das asco" (seguida, probablemente, de algún improperio, con toda la razón del mundo) es, sin duda, porque es una grosería como una casa. Imaginación, chicos, pero imaginación de la buena, no de la <i>pollil.</i></div>
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Sin más, neanderthales del mundo y, más concretamente, de la capital de este nuestro querido país, al próximo que escuche decir una soez tan grande como vuestra cabeza (la que debería tener pelo, la de arriba, la que tiene orejas y boca), le increparé con algo aún peor. Y, creedme, tengo un gran poder de espontaneidad, que llevo oculta en mí una verdadera vocación de artista de la improvisación. Así que, obreros de los andamios (los menos, porque con esto de la crisis, pocos son los que están ahora a 50 grados a la sombra enfoscando una pared), taxistas, hombres cincuentones trajeados, niñatos de coches amarillos con las lunas tintadas y demás especímenes que se hacen llamar hombres, ¡un respeto a las mujeres! Y sí, nos encantan los piropos, ¡pero no los "piropos veraniegos"!</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4846147119455166192.post-11869530606714708502012-07-11T18:19:00.000+02:002012-09-20T14:53:54.877+02:00Querido Señor Rajoy:<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;">A ver, a ver... ¿Con qué pie me había levantado hoy...? Ah, sí, con el derecho, ¡hasta que mi ex amigo Mariano (sí, Mari, has leído bien, ex, porque ya no te quiero nada de nada... -qué demonios, antes tampoco te tenía demasiada estima, pero, al menos, yo era tu rubia favorita...- Ahora, Mari, por favor, olvídate de que existo. Ah, no, espera, que <b>me has olvidado a mí y a los de mi generación hace ya mucho...!</b> Se acabó, no somos amigos, ni lo hemos sido ni lo seremos!). </span></div>
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Que te nos desvías, Alba... ¿Con qué pie me había levantado hoy? Con el derecho, ¡hasta que, por <strike>cojones</strike>, Rajoy me ha hecho torcerme el tobillo y me ha obligado a caminar con el izquierdo...! Maldito Mari, con lo que me gusta a mí despertarme con cosas bonitas... (¡Ésta te la guardo!) Y, si algún zagal todavía rezagado (es que desde que escuché el ya famoso "ArraZo por donde paZo" me gusta mucho esa letra, mola, ¿verdad?) que sólo vive por y para tomar el sol en la playita y no ha visto las noticias (ojalá fuera yo, que allí parece que los problemas no te tocan...), resulta que eso, que nuestro querido 'presi' ha explicado (con sus ya esclarecedoras palabras que todos entendemos -ironía mode on-) sus nuevas <b>medidas económicas "para acabar con el déficit",</b> que nos van a tocar -un poquito bastante más- los bemoles y/o ovarios.</div>
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Veamos, puesto que mi ex amigo Mari (recordad, yo le quería porque era su rubia favorita, no por mucho más, la verdad...) ha decidido no dejarme vivir la vida con el éxito que me merezco o, al menos, vivir en condiciones o, simplemente, vivirla, he decidido escribirle una carta. He sido su 'favo' hasta ahora, bien entiendo que, por lo menos, lea mis palabras, ¿no? Ahí vamos:</div>
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<i>Querido Señor Rajoy (dos puntos):</i></div>
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<i>¿Cómo te va todo? Dudo que ahora estés demasiado bien, ya que te estarán lloviendo críticas por todas partes después de tu querido discursito en el <b>Congreso</b>... Siento decirte que, esta vez, no te escribo como amiga, sino como una indignada más de este <b>nuestro querido, pero arruinado y supeditado al yugo europeo país.</b> Como tú y yo siempre hemos tenido 'confi' ('ya tú sabeh', que siempre me decías lo guapa que estaba cuando me veías...), pues oye, te voy a escribir todo lo que pienso en privado para no montarte el escándalo en público (tengo muchos seguidores en <b>Twitter (<a href="https://twitter.com/albuli" target="_blank">@albuli</a></b> para aquellos que aún no lean mis geniales y audaces comentarios), así que podría armarte una 'true revolution'... -Cuán políglota soy, en el fondo, me encanto.)</i></div>
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<i>Lo primero y más llamativo de todo: <b>¿Por qué decides subir el IVA normal al 21%?</b> ¿Es que no tenías suficiente ya con el 18? No sé, es que creo recordar que hace poco más de un año liaste la de Dios, el Cristo de los Remedios y la Vírgen Santísima cuando mi otro ex amigo, ZP, decidió subirlo... Llámame demagoga o cínica, pero creo que tú has hecho exactamente lo mismito que él... No sé, quizás eso de que <b>"todos los políticos sois la misma <strike>mierda</strike> con distinto olor"</b> va a ser verdad... Con el cariño que os tenía, cuando a mis 17, en Bachillerato, me peleaba con mi compi Manza defendiendo que otro mundo era posible (cuán ingenua puedo llegar a ser...). Corrígeme si me equivoco, pero estoy casi segura de que <b>en Francia el IVA está estipulado en un 19,6% cuando su salario base es de 1428€ y Holanda, con un 19%, cuando sus trabajadores cobran de sueldo mínimo 1446€.</b> Corrígeme, repito, cuando pienso que ahogarnos con un IVA del 21%, cuando nuestro salario base es de 641€, es de locos, pero, oye, ¡que tú eres el experto!</i></div>
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<i>Segundo y que me toca muy de cerca: has decidido <b>acabar con la deducción por la compra de la primera vivienda.</b> Ah, no, espera, que no me toca de cerca, ni de soslayo, ni con la puntita de la nariz. Vamos, que veo tan tan tan, pero taaaaaaaaaaan lejos el hecho de firmar unas escrituras de una casa mía que, bah, de esto ni me preocupo... </i></div>
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<i>También has pensado (tan inteligente tú) en <b>reducir la prestación por desempleo a partir del sexto mes.</b> A mí esto, concretamente, tampoco es que me toque demasiado de cerca, ya que, gracias a este sistema tan <strike>cojonudo</strike> de país y educación, ni siquiera puedo optar a cobrar el paro. Y sí, he trabajado hasta la extenuación durante cuatro años, pero en míseras becas y contratos precarios, con los que no reúno el <strike>puto</strike> mínimo para cobrar una <strike>mierda</strike> pinchada en un palo con moscas a su alrededor. Pero, oye, esto me jode mucho la moral porque conozco a cientos de personas que sí están en esa situación de cuerda en equilibrio haciendo malabares para llegar a fin de mes con la ridícula miseria que se les da... </i></div>
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<i><br /></i></div>
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<i>Tengo que reconocerte, Mari, que tú siempre has tenido esa extraña facilidad para explicarlo todo, con tu palabrerío y tus buenas maneras, para que nadie te entendiera. Tú sueltas tus pullitas y, como no te entiende ni Peter Parker, pues te quedas más ancho que largo. En esta ocasión, sin duda, tu ya querida frase <b>"lo hacemos para animar la búsqueda activa de trabajo"</b> no te ha surtido efecto. Todos hemos pillado tu intento de "incentivar" nuestros sentidos, porque, nada más escuchar tu comentario, algo en todos nosotros se ha removido por dentro. Tanto, que hemos querido llamarte de todo, y es que, no te mereces menos, querido ex amigo. <b>Si crees que cobrando un subsidio que supone el 50% del empleo que antes teníamos, a partir del sexto mes, nos va a "incentivar" a la hora de buscar trabajo, eres cortito.</b> Llámame loca, pero quizás lo que antes hacía la gente cada mañana saliendo con los currículums en la mano, entregándolos en todas partes, también se llama "buscar empleo", pero, oye, lo mismo me confundo... No sé, Mari, ¿tú qué piensas?</i></div>
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<i>Otra cosa que te quería reprochar es tu decisión de "<b>eliminar la segunda de las pagas extraordinarias en funcionarios".</b> Vamos, que quitas la paga de Navidad a cientos de miles de personas. Gracias, Mari, gracias a ti miles de familias pasarán unas fiestas navideñas canutas, y no sólo por realizar un tijeretazo de este calibre, sino por todos los recortes que les has hecho ya. La excusa de "es que tienen un empleo fijo" ya no vale. Siempre pagan los mismos. ¡Basta ya, <strike>cojones</strike>! Ya te veo venir, no me vengas a decir ahora que vosotros, los altos cargos, también os habéis quitado de cobrar esa paga... Lo que yo os haría, quizás me equivoque, sería rebajaros el sueldo un 60% a todos, pero no sólo en Navidad, sino todo el <strike>puto</strike> año, a ver cómo os sentaba...</i></div>
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<i>Hay otras muchas medidas de recortes, como las de <b>acabar con las Diputaciones o las ayudas a sindicatos y partidos políticos</b> que también tendrían tiempo de discusión, pero tampoco quiero aburrirte, Mari. Sólo decirte un par de cosas más. Bueno, más que cosas, consejos, pero oye, tú si quieres los tomas y, si no, los dejas (como las lentejas):</i></div>
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<i>1. Quizás uno de los graves problemas de este país esté en el número de <b>políticos chupópteros que vivís de los contribuyentes.</b> Para que te hagas una idea, nosotros, que somos <b>algo más de 47 millones de habitantes, contamos con casi 450.000 políticos a sueldo</b> (uno por cada cien personas). Sin embargo, un poquito más arriba, <b>en Alemania, son casi el doble de habitantes que nosotros, pero ¡ojo! sólo cuentan con 150.000 políticos en su haber...</b> ¡Haz las cuentas, que no es tan difícil!</i></div>
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<i>2. Y, si seguimos con nuestros eurovecinos, <b>los alemanes,</b> te aconsejo que leas su proyecto de ajuste de 2003 cuando su país también estaba en plena recesión y, no me preguntes cómo, pero <b>consiguieron colocarse a la cabeza de los países europeos sin subir los impuestos (de hecho, los bajaron) y sin joder su sistema del bienestar.</b> Mari, Mari, ¡no me repliques! ¿Qué no te lo crees? Pues<a href="http://www.cotizalia.com/opinion/valor-anadido/2012/07/11/indispensable-subir-impuestos-alemania-ya-demostro-que-no-7249/" target="_blank"> lee este artículo de S. McCoy</a>, en el que cuenta exhaustivamente cómo lo logró Alemania. </i></div>
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<i>Después de explicarte todo esto, se me viene a la cabeza algo... No sé si alguna vez te he contado que antes de estar hiper mega súper ultra convencida de estudiar Periodismo (<strike>gilipollas</strike> de mí), pensé, por un momento, en hacer la carrera de Ciencias Políticas... No sé si conoces tampoco el hecho de que ahora he echado la solicitud para estudiar Criminología y/o Psicología... ¿Cómo lo ves? Es que<b> estoy pensando en retomar mi idea de estudiar Políticas...</b> Total, parece ser que es el único trabajo bien pagado de este país. ¡Qué más da un puñado de críticas si me lo estoy llevando calentito, ¿verdad?! Venga, va, te prometo que si me enchufas a dedo en algún cargo, retiro todos mis malos pensamientos hacia tu persona, ¿quieres? Mari, Mari, ¡no me mientas!, que claro que <b>existen los cargos a dedo, ¿si no de qué <a href="http://www.cadenaser.com/economia/articulo/ministerio-economia-nombra-asesor-hijo-menor-esperanza-aguirre/csrcsrpor/20120315csrcsreco_12/Tes" target="_blank">han nombrado al hijo menor de Esperanza Aguirre asesor del Ministerio de Economía?</a></b> ¡Ay, que te he pillado!</i></div>
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<i>Bueno, tengo que dejarte ya, no quería aburrirte y al final mira toda la parrafada que te he soltado... Si es que ya me conoces, Mari, que cuando me pongo a largar, ¡no paro! Serás tú, ¡que me das motivos diariamente! Sin más noticias por el momento (dudo que me dejes tranquila mucho tiempo), me despido de ti, no sin antes darte un fuerte aplauso por tu súper discurso de hoy, que seguro te ha dejado la boca seca de tanto hablar: PLAS PLAS PLAS (Ah, no, espera, he dicho que uno solo: PLAS -y, si te descuidas, no te doy ni medio-.)</i></div>
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<i>Un fuerte abrazo a ti y a tu siempre y sexy barbita, que me pone tontuca, de tu ex rubia favorita,</i></div>
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<i>Alba.</i></div>
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<i><br /></i></div>
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<i>P.D.: Ains, Mari, se me olvidaba decirte que espero que te acuerdes un poquito de mis congéneres de profesión, los periodistas, bueno, mejor dicho, los periodistas que tienen la suerte de trabajar, y les hagas un poquito de caso, que <b>hace demasiado que no das la cara en una rueda de prensa...</b> Eso de hablar en el Congreso y luego salir huyendo por la puerta de atrás no gusta demasiado... Te lo digo por ti, que sabes que, en el fondo, siempre miraré por tu bien, Mari, Mari...</i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0